Separaciones post-Covid: ¿Cómo se reparten los bienes matrimoniales en caso de divorcio?

El matrimonio idealmente implica compartir una vida, pero también bienes materiales, como pueden ser una casa, vehículos, muebles y otros objetos que están sujetos a un valor económico. Cuando el entendimiento en una pareja se acaba, puede terminar también con el contrato de matrimonio y llegar, en consecuencia, a un divorcio: “El matrimonio al fin y al cabo es un contrato. En caso de querer rescindirlo, es necesario pactar de qué manera se llevará a cabo la separación y toda la logística de la división de bienes”, explica Ignasi Vives, abogado especialista del despacho Sanahuja Miranda Abogados.

Si bien es cierto que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística presentan un descenso del 3,8% en los divorcios con respecto al año anterior, con 91.645 interrupciones de contratos matrimoniales durante 2019, “debido al confinamiento, las restricciones del Estado de Alarma y la incertidumbre provocada crisis económica, el número de divorcios podría aumentar de cara al 2021”, señala Ignasi Vives.

En caso de llegar al final de un matrimonio y querer embarcarse en los trámites para proceder al divorcio, es indispensable conocer de qué manera se dividirán los bienes que la pareja ha estado compartiendo hasta ese momento, “no solo para salvaguardar la seguridad económica de los individuos en la pareja, sino de todos los componentes de la familia, incluyendo los hijos, que serán quienes hereden en un futuro los bienes de sus padres, si así lo desean los progenitores”, añade Vives.

La división de bienes depende del régimen estipulado

El patrimonio matrimonial se conforma de aquellos bienes que se obtuvieron o ganaron durante el matrimonio, como una vivienda, coche, entre otros. Al momento de un divorcio, esta división es uno de los puntos más conflictivos.

Habrá que tener en cuenta el régimen por el que se rige el contrato de matrimonio: “Si se estipuló la separación de bienes, los cónyuges mantienen lo que han adquirido o ganado a lo largo del matrimonio de forma independiente”, explica el abogado especialista del despacho Sanahuja Miranda Abogados. Si, en cambio, se estipuló un régimen por gananciales, todos los bienes que se obtuvieron por la pareja desde el momento de la boda, a excepción de los bienes obtenidos antes de contraer matrimonio o las herencias, pertenecen a ambos, por lo que habrá que dividirlos de forma equitativa.

Generalmente, en este último caso, cada persona recibe alrededor de la mitad de todos los bienes. No obstante, en algunos casos, un juez puede decidir si dividirlos de otra manera.


¿Cómo se reparte una vivienda en caso de divorcio?

Existen distintos tipos de bienes materiales que a veces pueden resultar complicados de repartir. Es el caso de los inmuebles, como la vivienda en la que ha vivido la pareja durante su vida matrimonial: “No se puede dividir una casa, aunque hay personas que, en caso de disponer de suficiente espacio, decide hacer obras y quedarse en el mismo lugar incluso después del matrimonio”, argumento Vives. En ese caso, la pareja seguiría viviendo bajo el mismo techo.

Si esta no resulta ser una opción válida a efectos del divorcio, la vivienda puede ser vendida para poder repartir equitativamente el importe, por lo que, según Ignasi Vives, “en un proceso de divorcio lo más aconsejable es siempre liquidar los bienes, por lo que siempre se aconseja vender la vivienda, liquidar la hipoteca y repartir de forma equitativa los posibles beneficios.

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