Este domingo, 8 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Urbanismo. Se trata de un día para promover la concienciación en la creación y manejo de comunidades urbanas sostenibles, un objetivo compartido por UCI, Unión de Créditos Inmobiliarios, entidad experta en financiación de la vivienda, que cuenta con varias líneas de trabajo para promover la proliferación de comunidades de vecinos sostenibles, saludables y respetuosas con el medio ambiente en España.
Pero ¿cómo es la salud de los edificios españoles? Según datos del INE, en nuestro país existen casi 10 millones de edificios de viviendas, la mayoría de ellas con una antigüedad media muy acusada, pues solo 1,4 millones se han construido después del año 2002. Es más, según datos del catastro, casi un 20% de edificios de las principales capitales de provincia se levantaron en la década de los 60. No es de extrañar, dado este envejecimiento, que todavía un gran porcentaje de edificios se encuentren en mal estado de conservación y casi 8 de cada 10 sigan sin ser accesibles. Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Comunidad de Madrid son las regiones que concentran la mayor parte de estos edificios mal conservados.
A pesar de las ayudas públicas para tal fin,en el conjunto nacional sigue existiendo un gran desconocimiento por parte de las comunidades vecinales y tampoco existe una estrategia para la rehabilitación de edificios, enfocada principalmente en la eficiencia energética y en reformas puntuales.
¿Cómo crear, entonces, edificios vecinales más eficientes y sostenibles? ¿Todo debería concentrarse en nueva construcción o también es posible con rehabilitaciones? En España la compraventa de viviendas de segunda mano sigue liderando el mercado. Este año, el sector inmobiliario estima que se cerrará con alrededor de 450.000 compraventas de vivienda, de las que alrededor de un 80% será de segunda mano.
Acometer obras de reforma en inmuebles individuales es un buen paso, pero a veces se queda a medio camino, pues las principales problemáticas para la eficiencia y sostenibilidad de los hogares se da en elementos comunes como las fachadas, cerramientos o sistemas de calefacción central. La rehabilitación de edificios es, por tanto, clave para su buena conservación, la mejora de su accesibilidad, el confort, la eficiencia energética y la sostenibilidad. En España, además, existen ayudas públicas para estas mejoras. Desde UCI, a través de créditos.com, apuntan cinco obras de rehabilitación fundamentales que permitirán cambiar el estado actual de muchos edificios en nuestro país y su revalorización:
1. Sistema de calefacción central: muchas comunidades de vecinos cuentan con antiguos sistemas de calefacción que funcionan con carbón o gasoil y que se pueden sustituir por sistemas que contribuyen a mejorar la eficiencia energética de las viviendas y ahorrar hasta un 35% en las facturas. Entre los más extendidos, la calefacción de gas o aquella que funciona mediante aerotermia o geotermia, dos energías renovables que ayudan también a la sostenibilidad del edificio.
2. Accesibilidad: según el informe ‘Movilidad reducida y accesibilidad del edificio’, 100.000 personas con movilidad reducida nunca salen de casa en España por la falta de accesibilidad de su edificio, no en vano un 18% de inmuebles habitados con personas con movilidad reducida no dispone de ascensor. No es de extrañar que todavía siga siendo difícil encontrar edificios de viviendas libres de barreras arquitectónicas, pues solo un 0,6% de inmuebles es plenamente accesible. La ausencia de rampas, pasamanos o ascensores es una constante en los edificios españoles.
La rehabilitación de edificios para mejorar su accesibilidad cuenta con ayudas públicas que pueden cubrir gran parte del coste. La cuantía de estas reformas depende, en gran medida, de las necesidades propias de cada comunidad de vecinos. No obstante, la instalación de un ascensor puede ir de los 12.000 a los 80.000 euros; soluciones como plataformas salvaescaleras, entre 7.000 y 15.000 euros, y construir una rampa, entre 200 y 4.000 €.
También está cada vez más extendida la cota cero, es decir llevar los ascensores a ras de suelo para mejorar la accesibilidad a los mismos.
3. Sistema de aislamiento térmico exterior (SATE): una fachada mal aislada del exterior es sinónimo de exceso de frío o calor en los inmuebles, lo que supone un desperdicio energético por la creciente necesidad de contar con sistemas de aire acondicionado o calefacción a una temperatura más elevada para contrarrestar este problema de aislamiento.
Para solventarlo, una de las reformas de edificios más habituales es la instalación de un sistema de aislamiento térmico exterior (SATE). Se trata de un material aislante que queda pegado al muro exterior del edificio, normalmente por una fijación mediante adhesivo y fijación mecánica, y funciona como una especie de escudo térmico protector de la vivienda respecto a las temperaturas exteriores. Este sistema contribuye a ahorrar hasta un 40% del gasto energético y su inversión se amortiza en un plazo medio de 5-7 años.
4. Cubiertas y tejados: son también uno de los principales elementos en edificios para garantizar su impermeabilización y sufren notablemente las condiciones meteorológicas, por lo que es clave limpiarlas y reformarlas. Entre sus principales problemáticas se encuentran las filtraciones de agua. Acometer una u otra reforma dependerá de si se trata de un edificio con cubierta plana o inclinada, y el material que la compone, desde tejas, hierro, cristal o policarbonato. No siempre es necesario una rehabilitación integral, pero si es aconsejable una revisión y mantenimiento periódicos.
5. Instalación de placas solares: para la eficiencia energética de los edificios una de las mejores recomendaciones es contar con energías renovables, como paneles solares térmicos o fotovoltaicos. Estos paneles ayudan a reducir hasta 18 toneladas al año de gases contaminantes en una sola vivienda y ahorrar en la factura de luz y calefacción.
A través de alguna o la totalidad de estas reformas se podría contribuir a crear edificios más saludables y eficientes energéticamente, que contribuyen también a mejorar la salud y el ahorro de sus habitantes. En UCI, a través de créditos.com, las comunidades de vecinos pueden optar a préstamos con un crédito comunitario para acometer estas rehabilitaciones, con un menor tipo de interés al ser a favor de la eficiencia energética, además de orientarse sobre las ayudas públicas disponibles para esta materia.
Asimismo, UCI cuenta con un acuerdo con la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) que le permite ser, a través de créditos.com, una de las entidades financieras disponibles para las comunidades de propietarios que hayan solicitado subvenciones para financiar las obras de rehabilitación para la mejora eficiencia energética en edificios de la capital.