El sector inmobiliario de la Costa del Sol encara su último trimestre en medio de una recuperación lenta, con muchos interrogantes en el horizonte y en el que el ritmo del mercado residencial irá de la mano de la evolución de los precios. En este sentido, según las previsiones de BARNES Marbella, el precio de la vivienda en el litoral de Málaga se mantendrá estable hasta final de año tanto por la fortaleza de la demanda, nacional e internacional, como de la oferta, que por el momento no acepta rebajas sustanciales en el precio de cierre.
Y es que el mercado premium de esta región es uno de los menos golpeados por la crisis del coronavirus por el interés estable de la demanda internacional. Así pues, los compradores buscan propiedades con un precio medio de 1,5 millones de euros como segunda residencia, mientras que los inversores buscan terrenos para construir o activos a reformar. El segmento del superlujo, por encima de los 3 millones, no registra caídas de precios pero apenas cuenta con demanda en estos momentos.
“Antes del coronavirus la gente quería invertir en casas de vacaciones o para poner en alquiler de corta temporada. Ahora están buscando propiedades con espacios exteriores por si hubiera un nuevo confinamiento, pero también hogares con la posibilidad de teletrabajar sin estar encerrados en un apartamento en el centro de la ciudad. Por su parte, los inversores están a la expectativa, pendientes de la evolución de la crisis sanitaria. Por suerte, la costa de Málaga no ha registrado cifras muy altas de contagios desde el inicio de la pandemia”, destacan Marie-Laurence Van de Berg y Jeremy Lauwers, socios directores de la oficina.
La vivienda media más solicitada tiene una superficie de alrededor de 150m2 en el caso de los pisos y de alrededor de 400m2 en el caso de chalés, más de 3 habitaciones, 2 baños y áreas exteriores: jardín, terrazas con vistas y piscina. Marbella, Benahavís, Sotogrande, El Paraíso, Estepona, Benalmádena, Nueva Andalucía, la Cala de Mijas y las urbanizaciones de Guadalmina y La Zagaleta son las zonas preferidas por los compradores. Si bien se prefieren viviendas reformadas o en buen estado, la demanda no descarta adquirir inmuebles a reformar siempre que se realicen rebajas notables en el precio de venta.