La crisis del coronavirus se reflejará en los datos económicos del año que viene, ya que “el PIB de 2021 será de un 7%”, según explica Eduard Mendiluce, CEO de Anticipa Real Estate & Aliseda Inmobiliaria, en el 2 Congreso Nacional de Servicing Inmobiliario 2020 donde participa como media sponsor LEM Loan eMarket, la primera plataforma digital que permite el acceso a pequeños y medianos inversores en el mercado de la deuda hipotecaria.
“En 2022 no está claro que recuperemos los niveles del PIB de diciembre de 2019”, indica Mendiluce. Las previsiones se ven influenciadas por varios factores, ya que “el 2021 va a ser un año donde en el primer semestre habrá un incremento de mora reconocida por el sistema español; el segundo semestre va a ser mejor en las condiciones sanitarias y esto esperemos que ayude”, añade Mendiluce.
El evento, en su primer día de celebración, ha dado lugar a un debate sobre las perspectivas del ‘top servicing’ y ‘property management’ español, en el que los principales ponentes invitados han expuesto previsiones a corto y medio plazo sobre las expectativas del sector y el crecimiento que podría alcanzar la compraventa de inmuebles en España. Este evento estará activo durante ésta y dos semanas más y los paneles podrán ser vistos en su contenido On demand.
Evolución del mercado inmobiliario respecto al año pasado
La COVID-19 ha sido inesperada y “ha supuesto la interrupción de la inercia que vivíamos y ha aumentado la incertidumbre”, afirma Enrique Dancausa, consejero delegado de Haya Real Estate, “nos ha sorprendido el dinamismo en la actividad comercial en junio, ya que aumentó la demanda por la liberación que suponía el fin del confinamiento”.
El mundo inmobiliario sigue representando un refugio seguro en el que invertir, pese a que algunos sectores, como el de los retails y pymes, se ha visto más afectado por la crisis mundial. En el mundo del ‘servicing’ “la adaptación ha sido excelente” – asegura Gregorio Martín-Montalvo, director general de negocio en Solvia – “los clientes han reaccionado y eso ha permitido generar en banda y seguir con niveles de actividad altos”.
En los compradores particulares, se registra un cambio de usos y costumbres a la hora de escoger un inmueble motivado por la COVID-19: “generalmente ahora buscan un espacio fuera de las ciudades, con terraza, jardín o balcón. Se genera dinamismo en este sentido y pensamos que se pueda extender hasta finales de diciembre”, comenta Iheb Nafaa, consejero delegado de Servihabitat.
En cuanto a los alquileres, las renegociaciones de rentas y una tasa de morosidad del 5 al 15% serán los protagonistas del escenario, aunque “se tratará de una morosidad diferente a la que teníamos antes, ya que va a ser por una causa de fuerza mayor y, por ende, tendrá un tratamiento diferente”, apunta Eduard Mendiluce.
Previsiones del mercado de cara a 2021
Con una situación macroeconómica inestable, debido al aumento de la tasa de paro, a la sanidad precaria y, en general, a una bajada de las inversiones, el factor que preocupa es “la rigidez a la hora de otorgar financiación para la compra de activos inmobiliarios”, según señala Julián Navarro, consejero delegado de Altamira. “Hay un endurecimiento claro en las financiaciones, no solo en residencial, sino también en suelos y terciarios”, añade Navarro.
Las previsiones del mercado se ven marcadas por la llegada de una posible vacuna que pare los contagios por COVID-19. Será entonces cuando, “se podría obtener una mejora, pero no hasta finales de 2022”, aclara el consejero delegado de Haya Real Estate.
Frente a esta situación el talento, la tecnología y la especialización son claves para adaptarse al nuevo escenario y reinventarse, “para así encontrar propuestas de valor más claras para las necesidades de los clientes”, asegura el consejero delegado de Altamira. En el ámbito del ‘servicing’, “cuando llegan momentos duros del mercado, la gestión de conocimiento es lo que aporta valor. Hay que pensar en especialización y nuevos servicios”, apunta Javier García del Río, director general de Sareb