ARRENTA señala cómo el propio mercado está auto regulando los precios de forma espontanea y con mayor efectividad. Así lo explica la Directora General de ARRENTA, Mercedes Robles: “las rentas de alquiler están bajando en toda España como ejemplo de autocontrol efectivo del mercado. Todas las medidas de contención que se tomen de forma artificial tendrán unos efectos muy negativos”.
El principal contratiempo sería la reducción de la oferta hasta en un 10 por ciento, pues los propietarios tendrán mayores reticencias a poner sus viviendas en alquiler y optarán por la venta. Reducción de la oferta del alquiler en un momento en el que está aumentando de la demanda por la complicación creciente de acceder a créditos hipotecarios para adquirir viviendas, según constata ARRENTA. A ello hay que sumar el deterioro del parque, con la caída de la inversión en mantener y reformar las viviendas.
La oferta de viviendas en alquiler generada por los grandes tenedores también se reducirá, lo que supone un importante problema para el sector, pues estas empresas son las que tienen mayor capacidad de poner en el mercado promociones con mayor número de viviendas. “Esta caída del parque del alquiler provocará como efecto inmediato una subida del precio del arrendamiento por lo que la consecuencia de la medida será justo la contraria a la pretendida”, señala la Directora General de ARRENTA.
Otro de los efectos perversos es el aumento de los alquileres no declarados a Hacienda o realizados en paralelo y el consiguiente fomento de la economía sumergida. En este sentido el avance había sido muy positivo en los últimos años y se estima que en 2019 menos del 30 por ciento de los alquileres eran fraudulentos. Porcentaje que podría aumentar hasta más del 40 por ciento de hace cinco años.