La octava sesión de SIMAPRO 2020 ha comenzado hoy con una mesa redonda en la que Jaime Fernández, Gerente de ASPRIMA, Antonio Valencia, Gerente de Promociones de LANDIA GROUP, y Rubén Martínez García, Arquitecto Coordinador de CANO Y ESCARIO, moderados por L. Javier Rubio, Director de Marketing Iberia de TOSHIBA CALEFACCIÓN & AIRE ACONDICIONADO, han debatido sobre las claves para el futuro de la promoción inmobiliaria sostenible.
La primera mesa redonda de la última jornada de SIMAPRO 2020 se ha iniciado destacando la importancia que en los últimos años ha adquirido el concepto de eficiencia energética en el inmobiliario. “Hoy, como usuarios, exigimos eficiencia y la pagamos. La eficiencia ya no es un extra y es rentable en términos ecológicos y económicos” ha dicho Javier Rubio, que ha hecho un llamamiento para que el sector pierda el miedo a innovar en este ámbito. “Solo así conseguiremos que el inmobiliario sea un sector vanguardista y de futuro”.
Por su parte, Jaime Fernández ha presentado la plataforma de Consultoría Técnica recientemente impulsada por ASPRIMA y que cuenta con la participación de los siguientes socios colaboradores: BMI, Mapei, Pladur, Rockwoll, Siber, Schneider Electric, Toshiba y Uponor. El directivo de ASPRIMA ha insistido en la necesidad de establecer el mayor número de canales de comunicación entre los promotores y los proveedores para de esta manera ser más eficientes, que es, en su opinión, el principal objetivo de esta plataforma de Consultoría Técnica.
La plataforma, cuya web es https://www.asprima.es/consultoria-tecnica/, permite a los asociados de ASPRIMA formular consultas técnicas, ya sea para un proyecto residencial en marcha o futuro, en cualquiera de los ámbitos de especialización de sus socios colaboradores, como acabados, cimentación, cubiertas, domótica, envolvente, exteriores instalaciones y particiones interiores.
Para ilustrar esta nueva herramienta de colaboración entre promotores y proveedores, en la sesión se ha presentado el proyecto residencial Landia Valdemarín, que Rubén Martínez García, Coordinador de Cano y Escario, el estudio de arquitectura responsable de su diseño, ha definido como “un proceso colaborativo en el que todos los agentes participantes han conseguido enriquecer el proyecto de manera profunda gracias a una conversación pausada y reflexiva”. Landia Valdemarín es un conjunto residencial de cinco viviendas unifamiliares que ha conseguido, en palabras de Antonio Valencia, “reinterpretar la tradición constructiva de una zona históricamente con muy alto nivel de vida, permitiendo a sus futuros propietarios, además, acceder a la mayor gama posible de personalizaciones y niveles de confort y economía”.
En la siguiente mesa redonda, con el título Investment friendly cities: el impacto de la inversión inmobiliaria en la prosperidad de las ciudades, han participado como ponentes María Paz Sangiao, Responsable de Urbanismo de BREEAM, Hugo Santos, Vicepresidente Ejecutivo, APPII (ASSOCIAÇÃO PORTUGUESA DE PROMOTORES E INVESTIDORES IMOBILIÁRIOS), y Javier Hernández, Director General de Planeamiento del Ayuntamiento de Madrid, moderados por Marcos Sánchez Foncueva, Director Gerente de la JUNTA DE COMPENSACIÓN PARQUE DE VALDEBEBAS.
El segundo panel del día ha abordado una cuestión esencial en la prosperidad de las ciudades y su sostenibilidad futura, como es la capacidad para atraer inversiones para su desarrollo. Como ha recordado Marcos Sánchez en la presentación del coloquio, “el inmobiliario es un vector para la atracción de inversiones”
Para Javier Hernández, la clave para conseguir este objetivo está en el urbanismo, que tiene que ser “una herramienta colaboradora de la mejora de las ciudades y tiene que serlo aportando soluciones eficientes en este ámbito”. En su opinión, el urbanismo es vector en la atracción de inversión. “Pero para mejorar el urbanismo de nuestras ciudades lo primero que hay que hacer es mejorar las respectivas legislaciones de todos los niveles administrativos, porque unas influyen sobre la otras. El problema no es tanto la cantidad de las normas como la calidad de las mismas, que muchas impiden integrar expectativas comúnmente admitidas por la sociedad, tales como el medioambiente, la accesibilidad, el big data, la transparencia, la atención a nuevos productos, etc. Las normas estatales y autonómicas son la que complican el urbanismo de los ayuntamientos”, ha concluido.
Por su parte, Hugo Santos ha destacado en su intervención la fortaleza del sector inmobiliario de su país, que durante esta crisis sanitaria “ha sido uno de los más resilientes de la economía portuguesa”. En opinión del directivo de APPII, “la inversión extranjera es uno de los puntos clave para la recuperación económica de nuestro país y para nuestro posicionamiento internacional. Estamos en un mercado global y si los ayuntamientos y las ciudades no entran en esta competencia global perderán oportunidades de inversión”, ha afirmado.
Por último, María Paz Sangiao ha centrado su exposición en el impacto que para la percepción sostenible de un proyecto inmobiliario tiene una certificación Breeam. “Las certificaciones de sostenibilidad de Breeam siempre van más allá de la normativa, pero con el objetivo de sumar y de integrar, simplificando el proceso de certificación”, ha dicho. En su opinión, los principios de sostenibilidad deben cumplir desde el principio, por lo que una certificación puede ayudar a que “la comunidad local que va a acoger ese desarrollo o proyecto lo acepte, incluso si resulta inicialmente problemático, ya que su participación en la ejecución, e incluso en su diseño si es posible, podrá garantizar su sostenibilidad medioambiental, económica y social”.
SIMAPRO 2020 ha concluido con un panel en el que Diego Bestard, Fundador y CEO de URBANITAE, Ismael Kardoudi, Director de Estudios de FOTOCASA, y Carlos Pierre, Founder & CEO de BADI, moderados por Virginia Fernández, Responsable de Marketing y Comunicación, WIRES / CEO, SMART REAL ESTATE GROUP, han conversado las innovaciones futuras que cambiarán el inmobiliario.
Un par de conclusiones unánimes a las que han llegado todos los ponentes. La primera: a pesar de lo que se diga, la pandemia no ha traído cambios tecnológicos radicales al sector, simplemente se hace un uso más intensivo de las herramientas digitales que ya tenía. Y la segunda: en la crisis es cuando más innovación se ve.
Diego Bestard ha sido el principal defensor de la teoría del uso intensivo frente a la repentina revolución tecnológica del sector durante la pandemia. “Urbanitae es un ejemplo de esto. La pandemia ha acelerado el apetito inversor crowdfunding, pero no lo ha inventado. Ahí llevaba varios años. Eso sí, recientemente hemos tenido un proyecto con un overfunding de medio millón de euros, lo que no hace mucho hubiera sido impensable”. Y además, ha rebajado la euforia de esta revolución tecnológica. “Ahora es el propio cliente el que está obligando a las empresas tradicionales a adaptarse a la nueva realidad digital, no la presión del mercado. El coronavirus solo ha acelerado los cambios, pero ha sembrado una semilla que eclosionará en los próximos años con numerosas innovaciones”. Para Bestard, la tecnología pura no hace la innovación, “sino los cambios puntuales y pequeños que lo transforman todo”, ha afirmado.
Para Ismael Kardoudi, “antes de la pandemia teníamos las herramientas digitales, pero no nos atrevíamos a utilizarlas. Ha tenido que llegar el COVID para redescubrirlas y sacarles todo el partido”. En su opinión, la tecnología por si sola no sirve para todas las circunstancias, sino que hay que combinarla con el plano personal, con el contacto físico. “Pero estos cambios tecnológicos que se han acelerado durante la pandemia han venido para quedarse y no tengo la menor duda de que se acelerarán en los próximos años”. El directivo de Fotocasa también ha defendido una más estrecha colaboración entre las empresas tecnológicas y las tradicionales. “Falta mucha colaboración entre las empresas, pero las proptech nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos empresariales y a definir nuestras estrategias corporativas”, ha concluido.
Por su parte, Carlos Pierre ha insistido en que eclosión tecnológica no puede desligarse del cambio de los hábitos culturales y del estilo de vida, además de por razones económicas. “La gente quiere flexibilidad y una red como la nuestra es lo que le facilita. Pero tampoco hay que olvidar que cuesta mucho alquilar un piso entero y mucho más comprarlo”. Respecto al impacto de la tecnología, Pierre se muestra moderadamente optimista. “Los tour virtuales no vana a sustituir las visitas presenciales a las viviendas, esto no lo va a cambiar la pandemia, aunque al papeleo, sí. La gente lo hará digitalmente”. Como Kardoudi, el fundador de Badi cree que la presencia de las startup será mayor en el inmobiliario. “Va a ver muchas startup que intentarán mejorar diferentes partes de la cadena de valor de la compraventa o alquiler de una vivienda, con el objetivo doble de optimizar los costes y el tiempo”. Una presencia que, en su opinión, acelerará los cambios en el sector. “El inmobiliario tiene que transformar su modelo. En el futuro será más flexible y versátil. Se acabarán los contratos a cinco años y con compartimentos para comercial, marketing, negocio… Eso ya no va a funcionar”, ha concluido.