La situación sanitaria ha operado un profundo cambio en nuestro día a día. De la noche a la mañana, nuestros hogares se han convertido en lugares de convivencia constante, trabajo, estudio y ocio, lo que nos ha hecho darnos cuenta de que los espacios en los que habitamos nos influyen directamente en todos los sentidos y, en la mayoría de los casos, no están adaptados para cubrir nuestras necesidades clave. Este cambio de paradigma, que ha venido para quedarse, ha dotado de más importancia que nunca a la arquitectura residencial.
Ahora corresponde a profesionales del sector adaptar sus diseños a la realidad post pandemia desde un doble enfoque. Por un lado, nuevos proyectos que incorporen o tengan en cuenta las carencias actuales, como la posibilidad de disponer de más espacios exteriores, una buena orientación, mayor sensación de espacio, más confort térmico, acústico o ambiental, mayor seguridad, más sostenibles y respetuosos con el medioambiente… Y, por otro, inmuebles, edificios e infraestructuras existentes que se reutilicen o readapten a la situación actual para dotarlos, en la medida de lo posible, de mayores comodidades, flexibilidad y salubridad en todos los sentidos.
La crisis sanitaria ha implicado, por tanto, un poso de optimismo, ya que supone un punto de partida para reflexionar sobre nuevas formas de mejorar la vida de las personas en sus hogares a través de la arquitectura, la construcción o el diseño de interiores, ajustándose a los cambios sociales del momento y dejando atrás las deficiencias que impiden su desarrollo. Sto, compañía alemana con sede en España especializada en la fabricación de materiales y sistemas constructivos, en su continua interacción con empresas constructoras, arquitectos, ingenieros y diseñadores, ha identificado los principales cambios y tendencias que marcarán la arquitectura residencial en 2021.
· Rehabilitaciones y reformas con mayor concienciación medioambiental
Las viviendas de mayor antigüedad han dejado patente durante todos estos meses sus grandes deficiencias en cuanto a confort, habitabilidad, accesibilidad, consumo de energía o seguridad estructural, lo que llevará a la mayoría de sus propietarios a platearse diferentes acciones de rehabilitación que permitan adaptar sus inmuebles a los requerimientos y necesidades actuales.
En este sentido, la opción sostenible será una de las principales apuestas, tanto por las diferentes ayudas o facilidades económicas que brindan actualmente las administraciones, como por las ventajas que ofrece este tipo de rehabilitación: mayor durabilidad frente a los desperfectos ocasionados por el paso del tiempo, menor demanda energética y consumo de residuos, más confort y salubridad, revalorización del inmueble, etc.
Esto hará que tomen mayor importancia acciones como: mejora del aislamiento térmico de paredes, suelos y techos, sustitución de carpinterías por otras más eficientes, aplicación de punturas naturales, actualización de las conducciones de fontanería e instalación de soluciones de ahorro de agua, integración de energías renovables en el hogar…
· La obra nueva: mucho más proactiva a ir por delante de la legislación aplicando estándares como el Passivhaus
La legislación actual en materia de construcción orienta la nueva edificación a la eficiencia energética, y hacia la salud, el confort y la seguridad en espacios interiores. Este hecho dará lugar a que los profesionales del sector e, incluso, los mismos propietarios quieran ir por delante de lo que marca el nuevo CTE (Código Técnico de la Edificación) y apuesten por estándares más exigentes como el Passivhaus, que en los últimos años ha ido ganando presencia en España, donde cuenta ya con 168 proyectos de este tipo, según los datos de la Plataforma de Edificación Passivhaus.
· Hogares más flexibles, multifuncionales y luminosos
Las restricciones de movilidad han convertido al hogar en un espacio donde se pasa más tiempo en compañía de la familia. La demanda de habitaciones extra para transformar en un despacho donde trabajar en remoto, en un estudio para cursar la enseñanza a distancia, en un lugar donde cultivar aficiones, o en un pequeño gimnasio donde practicar yoga o fitness en casa marcará el diseño de la vivienda.
De igual modo, el concepto abierto, ya afianzado en Estados Unidos y en algunos países de Europa, tomará mucho más peso por la necesidad de ganar sensación de amplitud y conseguir una mejor fluidez entre los espacios y aprovechamiento de los mismos.
Asimismo, también se buscará la forma de lograr una mayor conexión entre el interior y el exterior del hogar: grandes ventanales con la orientación adecuada (sur), cenitales, ventanas de tejado, balcones, terrazas solárium, jardines… La luz natural es la reguladora de los sistemas metabólicos y se ha demostrado que contribuye a la salud emocional, lo que la ha convertido en un elemento imprescindible ahora que pasamos más tiempo en casa.
Por otro lado, los halls o las zonas intermedias entre el inmueble y la calle se reconvertirán para incluir espacios donde aislar cualquier objeto susceptible de llegar contaminado, como abrigos y zapatos.
· El confort acústico se convierte en protagonista
El aislamiento y el acondicionamiento acústico para contribuir a este bienestar interior también será tendencia a partir de ahora. Las consecuencias de no contar con un buen confort acústico (falta de concentración, dolores de cabeza, dificultades de comunicación…) han quedado evidenciadas durante los días de confinamiento. Así, remediar este problema pasará por dos soluciones. Por una parte, la instalación de sistemas de aislamiento acústico (una de las principales características de un buen sistema de aislamiento térmico), a fin de evitar la entrada de ruidos de las viviendas colindantes o del exterior. Y, por otra parte, en el caso de aquellos inmuebles más grandes, con la aplicación de soluciones de acondicionamiento acústico, con el objetivo de controlar, a través de elementos fonoabsorbentes, la reverberación del sonido y reducir el nivel de ruido de los espacios y mejorar la inteligibilidad.
· Decoración interior marcada por varias tendencias: colores neutros, estilo industrial portuario o Face line graphic art
Los tonos neutros claros, como el blanco, el gris, el coral, el beige o el marrón nunca pasan de moda. En 2021, el blanco tendrá preponderancia en muebles y, en decoración, el gris suave, similar al tono del cemento. El confinamiento revaloriza el interiorismo que invita a la relajación y a la calma, y el gris se combina con el resto de los colores neutros para generar ambientes acogedores. Los detalles sutiles en otros tonos, como un sofá tapizado en verde o azul, servirán para aportar un punto de carácter al conjunto y que no resulte tan monocromático.
Este año también constituye una vuelta a los orígenes con la preponderancia de materiales reutilizados o naturales y de bajo impacto ecológico, como la piedra, la madera, el ladrillo o el metal. Un requisito que también se verá representado en el uso de pinturas naturales (a la cal, de silicato, a base de arcilla, vegetal…), sin elementos químicos nocivos, más duraderas y resistentes a la humedad y a la suciedad.
Para los más atrevidos, también estará de moda el estilo industrial portuario. Inspirado en los interiorismos del barrio neoyorkino de Seaport, se basa en una combinación de maderas, ladrillo visto y mobiliario vintage. El azul oscuro de inspiración naval se convierte, en este caso, en el nuevo negro, y la paleta de colores la completan el burdeos y el verde oscuro. En este caso, los grises se emplean para evitar que los tonos con más carácter saturen el ambiente.
También se presenta como un gran atractivo el llamado Interiorismo Face line graphic art, arte lineal por el que destacaron artistas como Picasso o Matisse que pasa a hora a formatos como el papel pintado, estampados textiles, menaje de cocina, objetos de cerámica, bordados o cualquier otro complemento decorativo.
· Espacios que toman mayor protagonismo: la cocina y el baño
El cuarto de baño urbanita deja de ser un espacio donde ducharse con rapidez antes de salir a trabajar. Esta zona se reconvierte en un lugar destinado a la relajación. La tendencia en interiorismo para baños en 2021 destaca por el uso de iluminación suave, tonos pastel, accesorios de madera, bambú o piedra natural, y lavabos y sanitarios sencillos y originales.
También ganan mayor importancia las cocinas, adquiriendo más espacio y tamaño para convertirse en el eje central del hogar donde reunirse con la familia, lo que llevará a prestar mayor atención a su funcionalidad, calidad y diseño estético.