Living, coliving, multiliving… Son muchos los vocablos ingleses que están protagonizando las portadas cuando se hablan de nuevas formas de vivienda. Unas modalidades que, aunque discretas en España, van asomando poco a poco la cabeza y acaparando la atención de los siempre alerta inversores inmobiliarios.
Un mercado que está en auge, de acuerdo con Anna Puigdevall, tesorera de FIABCI España y directora general de la Asociación Nacional API. “La tendencia en el resto de Europa es la de una apuesta clara por estas modalidades de vivienda”, apunta la experta. En este sentido, según un informe de JLL, los inversores europeos dispuestos a incrementar su inversión en ‘living’ han crecido este año de un 40 a un 60%.
Sin embargo, este ánimo inversor no va acompañado, en España, de una oferta suficiente de estos servicios, unido a un desconocimiento general del concepto en un país donde “la inversión en vivienda es muy importante para los particulares”, según apunta la experta.
“Ni el ordenamiento jurídico ni el mercado español están preparados todavía para afrontar un aumento importante de la inversión en este sector”, opina Anna Puigdevall.
¿Qué es ‘living’?
El ‘living’ aglutina cinco tendencias de vivienda, que tienen en común la idea de que los habitantes de la casa compartan una vida en común. Esto se une a una mayor asequibilidad y accesibilidad, y a una revisión del concepto propio de vivienda, incluyendo más prestaciones y cambiando el modo de concebir los inmuebles.
Estas cinco modalidades son el alojamiento de estudiantes, las viviendas de uso compartido, los inmuebles multifamiliares, las viviendas asequibles y los activos de uso sanitario.
Muchas de estas modalidades ya existen y se regulan en las leyes españolas. El ‘living’ las aúna todas bajo la idea de compartir una vida en común con vecinos que, a priori, no forman parte de los núcleos familiares. “Este concepto está muy relacionado con el pensamiento de las nuevas generaciones o los millenials, donde la vivienda se ve como una experiencia de disfrute junto a otras personas y no un hogar nuclear”, considera la experta, quien advierte de que, “el concepto de mercado de ‘living’ no está arraigado en España”.
De este modo, determinadas modalidades, en especial las viviendas de uso compartido o coliving, concepto que se basa en el aporte de una serie de servicios más allá del alquiler de la habitación, suponen hoy en día un quebradero de cabezas para los abogados, lo cual frena la inversión.
Los problemas legales
El principal problema que plantea el ‘living’ en España es la dificultad de encajar el concepto en el ordenamiento jurídico, ya que es una modalidad que ofrece servicios y vivienda al mismo tiempo y la Ley de Arrendamientos Urbanos no prevé esta figura y hay dudas sobre la categorización que debería tener el uso del suelo.
Esto tiene una regulación clara en el caso, por ejemplo, de las residencias de estudiantes, cuyo suelo se considera hospedaje, pero cuando hablamos de coliving, la cosa cambia.
“No es ni un arrendamiento ni un hospedaje”, señala la experta, que señala que se trata de una “figura mixta” que no está prevista en la ley. Como consecuencia de ello, el contrato se regula por el principio de libertad contractual.