Tras un año de intensas negociaciones, PSOE y Unidas Podemos han cerrado un acuerdo para desbloquear los presupuestos y la Ley de Vivienda que estaba pendiente de aprobación. Hasta el momento, este era el principal obstáculo de la negociación entre las dos formaciones del Gobierno debido a las distintas posiciones de ambos en relación a la regulación de los precios del alquiler.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, afirma que “la gestión de la limitación de precios va a recaer en las Comunidades Autónomas. En este sentido, en zonas tensionadas, a los grandes tenedores con más de diez inmuebles se les podrá bajar el precio del inmueble teniendo en cuenta un índice de precios. A aquellos que no sean grandes tenedores, es decir, que tengan menos de diez inmuebles, se les van a congelar los precios de alquiler”. Pese a que hay una gran diferenciación entre grandes y pequeños tenedores, Font destaca que “se trata de una práctica muy poco efectiva en mercados parecidos al nuestro, ya sea en la congelación de precios, como puede ser ejemplo Berlín, o como en la bajada de precios, como en otros mercados”.
Alquiler social
Teniendo en cuenta que esta nueva ley de la vivienda obliga a reservar el 30% de todas las promociones de vivienda a vivienda protegida – la mitad de la cuales se destinan a alquiler social – el experto cuestiona “qué se va a determinar como zona tensionada, quién va a determinar qué es una zona tensionada y cómo se va a gestionar la definición de qué es una zona tensionada”. Además, plantea si la aplicación de este tipo de limitación llega en el momento adecuado, ya que “se está produciendo principalmente en mercados en los que el acceso a la vivienda es más dificultoso, como en las grandes capitales que ya se están experimentando caídas de precios muy importantes desde hace meses. De hecho, en mayo – junio de 2021, tanto en Madrid como Barcelona podíamos estar con caídas alrededor del 15% mientras que ahora estamos en el 7%”.
Ferran Font resume que, lo que puede provocar este tipo de vivienda, ante la indefensión que puedan sentir los propietarios es que “se puedan echar de menos políticas más propositivas de cara a hacer mayor el parque, así como a hacer más interesante que los grandes y pequeños propietarios mantengan sus pisos en alquiler”. A esto añade “Estas medidas pueden provocar una menor inversión en el parque de viviendas por parte de los propietarios que van a ver como la rentabilidad de la misma, que tenían en alquiler (1 o más de 10), puede verse en entredicho. En este sentido, su interés por mantener o reformar cualquier inmueble posiblemente baje y provoque un envejecimiento del parque de viviendas. Por otro lado, esta situación puede provocar una reducción en el parque de viviendas de alquiler, ya que los pequeños propietarios están menos interesados en un producto que ofrece menos rentabilidad o en un mercado en el que se sienten menos protegidos” subraya Font.
“Sin ese tipo de medidas posiblemente aparecerá la economía sumergida, tal y como ha podido pasar en otros mercados en los que, a pesar de que existieran limitaciones de precios, la demanda que no paraba de crecer junto con la oferta que se había ido reduciendo, hizo que apareciera una economía sumergida paralela a la limitación de precios” finaliza Font.