EFE. Madrid/30/05/2013
El Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA) ha abierto hoy sus puertas con bancos e inmobiliarias compitiendo por vender inmuebles, aunque los primeros juegan con ventaja, el acceso a la financiación, que actualmente es la pieza clave para cerrar una compraventa.
En su XV edición, el salón, que ha sido inaugurado por la ministra de Fomento, Ana Pastor, reúne en un pabellón de la Feria de Madrid a 150 expositores, cifras muy alejadas de las que registró en 2007, cuando en pleno «boom» inmobiliario reunió a cerca de mil empresas en siete pabellones.
En esta ocasión, SIMA cuenta con un invitado de excepción, la Sareb, popularmente conocida como el «banco malo» y que ofrecerá al público cerca de 5.000 activos de la mano de las inmobiliarias de la banca nacionalizada, Bankia Hábitat y CataluyaCaixa Inmobiliaria.
«El objetivo este año es seguir ofreciendo al público en un único espacio una oferta muy amplia de viviendas de todo tipo y con un amplio abanico de precios, que van desde los 26.000 euros de una casa en la costa a viviendas de lujo que superan los 4 millones de euros», ha explicado a Efe el director de SIMA, Eloy Bohua.
Según Bohua, la idea es que todo tipo de usuario pueda encontrar la casa que necesita, dando un mayor protagonismo al alquiler, al mismo tiempo que se está ampliado la oferta geográfica, con inmuebles de Colombina, Florida, Costa Rica, Uruguay y México.
Para los expositores, SIMA representa el mejor canal para lograr contactos para conseguir vender sus inmuebles al darles acceso a un público «muy cualificado», ha añadido Bohua, quien ha destacado que el 95 % de los visitantes a la feria está en proceso de adquirir una casa.
En cuanto a la participación de las inmobiliarias de bancos y cajas, el director del SIMA ha apuntado que hoy en día las entidades financieras son «actores decisivos» en el sector pues «tienen el producto, tienen la financiación y sus estrategias son decisivas para el resto».
Las inmobiliarias convencionales, según Bohua, no cuentan con todas las cartas para competir, pues, a diferencia de los bancos, no tienen la llave de la financiación, que hoy en día es lo más importante para comprar un inmueble.
En este sentido, el presidente Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, ha pedido al Gobierno que inste a las entidades a financiar también al sector inmobiliario «porque es la manera de generar empleo y actividad económica».
El año pasado, sólo se construyeron 60.000 viviendas, una cifra que, a su juicio, es «a todas luces» insuficiente para atender el mercado nacional si hubiera «dinero», a lo que ha añadido que la demanda estructural anual de España es de unas 200.000 casas para «hogar» y otras 50.000 segundas residencias de cara al extranjero.
Por su parte, la ministra de Fomento ha recordado que la política de vivienda del Gobierno se centrará en el alquiler y la rehabilitación y ha asegurado que, aunque el sector lo está pasando mal, hay que «racionalizar».
«Durante años se hicieron muchas viviendas que después no han tenido salida en el mercado», ha afirmado Pastor, quien ha defendido el papel de la Sareb de cara a solucionar este problema.
El director comercial Residencial de Bankia Hábitat, Juan Carlos Herranz, ha explicado que en la primera jornada del salón están notando «más animación» que en la apertura de ediciones anteriores, quizá porque la gente está ávida de hacerse con una buena oportunidad.
La feria cuenta con la presencia de las inmobiliarias Altamira (Banco Santander), Anida (BBVA), Bankia Habitat, CatalunyaCaixa Inmobiliaria, Servihabitat (Caixabank), Solvia (Banco Sabadell) y Aliseda (Banco Popular) o Casaktua, el portal inmobiliario de Banesto -ahora integrado en Santander-.
CatalunyaCaixa Inmobiliaria y Bankia comercializarán en sus stands 2.500 y 2.200 inmuebles, respectivamente, que actualmente son la propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).