Desde este 28 de julio estaremos viviendo por encima de nuestras posibilidades en el uso de los recursos naturales que la Tierra nos ofrece. Esto nos recuerda el Día de la Deuda Ecológica, que marca el punto en el que todos los habitantes del planeta hemos alcanzado el tope en el consumo de los recursos que nos correspondían para el año 2022.
Una fecha que cada año, lejos de postponerse, se adelanta. Este año en un día respecto al anterior. Y, desde 1970, que se entró en deuda ecológica el 29 de diciembre, en más de cinco meses, lo que pone de manifiesto que algo no estamos haciendo bien en el cuidado del medio ambiente.
El abuso de recursos, las emisiones de gases nocivos y de dióxido de carbono, entre otros factores, provocan un impacto ambiental negativo y tampoco ayudan en la lucha contra el cambio climático, que este verano estamos notando notablemente con sucesivas olas de calor y con la proliferación de un gran número de incendios en diferentes puntos de España.
Aunque hoy en día ya existen viviendas ecológicas que aúnan condiciones optimas de habitabilidad y bienestar al tiempo que respetan el medioambiente y provocan un impacto mínimo en el medioambiente, el 95% de nuestro parque inmobiliario es ineficiente y consume o desperdicia más energía de la que necesita.
Ante esta situación de deuda ecológica anual en la que entramos todos debemos asumir la responsabilidad de aportar nuestro granito de arena al cuidado medioambiental.
Por este motivo, UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, a través de su división Green, ha elaborado una lista con cuatro buenos hábitos para hacer en casa y reducir el abuso de recursos naturales, ya que la vivienda es la tercera causa de emisiones contaminantes, solo por detrás de la industria y el transporte.
1. Temperatura del aire acondicionado. Además de suponer un sobrecoste en las facturas energéticas, el aire acondicionado representa una partida importante en lo que al consumo de recursos se refiere porque funciona con electricidad. Lo recomendable es encenderlo a una temperatura de entre 24-26º, la óptima para cualquier hogar. E incluso, en el actual contexto de crisis energética, los líderes globales piden cada vez más no bajarlo de los 25º, ya que cada grado de menos supone en torno a un 8% de más en el consumo. Otra opción, es apostar también en mayor medida por los ventiladores.
2. Ventilar y abrir ventanas. Aunque estemos atravesando un verano caluroso, a primeras horas de la mañana y de madrugada no hace calor sofocante y suele correr aire fresco en el exterior. En estas franjas del día es importante aprovechar para ventilar y que entre el aire del exterior en la vivienda.
También hay que fijarse cuando da de lleno el sol en las diferentes ventanas de la casa para, cuando no impacte directamente, abrir ligeramente las persianas y cortinas para que entre luz natural y así solo tener que encender la artificial por la noche.
3. Uso eficiente de electrodomésticos y dispositivos electrónicos: una luz tan pequeña como la de la tele, el ordenador o cualquier dispositivo electrónico cuando está apagado supone un gasto de electricidad y, por tanto, de recursos. Concretamente, no dejar este modo standby podría reducir un 10% el consumo anual en la factura de cada hogar. Un pequeño gesto que, multiplicado a todas las viviendas, supondría un importante ahorro de recursos al planeta.
Otro truco muy sencillo con los dispositivos electrónicos es cargar la batería al 100% y en modo avión, que también ayudará a la desconexión en vacaciones al no recibir notificaciones durante el tiempo de carga.
Al igual que pequeños gestos con los electrodomésticos. Para un uso eficiente de la lavadora, debería utilizarse en ciclos cortos, con carga completa y preferiblemente con agua fría. Además, en ese tiempo de verano y también en días de invierno sin lluvia, es recomendable evitar la secadora y optar por tender la ropa al aire libre, una práctica sencilla, que ayudaría a reducir también los recursos de la Tierra y ahorrar en la factura.
En la cocina, el electrodoméstico de más consumo es el horno, por lo que, tras entrar en la fase de deuda ecológica con el planeta, sería de ayuda no utilizarlo y optar por otras formas de cocinado con un menor consumo. En esta línea, también es un buen truco aprovechar el calor residual de la vitrocerámica, apagándola unos minutos antes de que la comida esté lista. Y finalmente, en la cocina, limitar abrir continuamente el frigorífico y, en el momento que esté abierto, sacar todo lo necesario y volver a guardarlo al mismo tiempo.
4. No derrochar agua: España se enfrenta a una importante sequía, con la reserva de agua por debajo de la mitad, en el 48%, y algunas zonas del país con cortes y restricciones de agua, que ponen la voz de alerta sobre este preciado recurso. Para evitar malgastar agua en casa es recomendable en aquellos hogares con lavavajillas utilizarlos con carga completa y en modo ECO antes que fregar a mano, pues el agua del grifo corriendo consume un 40% más.
También hay que prestar mucha atención al llenado de piscinas en casa, que cada vez son más comunes en España pues solo en 2021 se construyeron más de 30.000 nuevas. La clave es hacer lo posible por mantener el agua de un verano para otro. Y, durante el periodo estival, tapar la piscina cuando no se use para evitar la evaporación del agua con las altas temperaturas, lo que puede suponer un ahorro de hasta el 60%.
El verano es también una época de gran demanda de agua para el regado de huertas, césped y jardines. Apostar por sistemas de riego automático permite un consumo más eficiente, con un ahorro de entre el 40-60%.
Además, a nivel personal, debemos prestar atención a pequeños hábitos fáciles de adoptar, como el reciclado de residuos, el uso de transportes más sostenibles, compensar nuestras emisiones de CO2 colaborando con iniciativas verdes (reforestación o proyectos de reducción de emisiones) o elegir energías renovables como paneles solares, calentadores solares de agua o sistemas de captación de aguas pluviales que reutilizan el agua de lluvia y minimizan la huella hídrica.
Estos son algunos pequeños hábitos para hacer en casa, sobre todo este verano, para reducir el consumo de recursos naturales que tiene nuestra vivienda y ayudar a frenar la deuda ecológica de los hogares.