El mercado inmobiliario sigue haciendo gala de su capacidad de resiliencia ante los envites del panorama macroeconómico, con consecuencias directas en el acceso a la financiación por el encarecimiento de las hipotecas debido a las subidas de los intereses y al incremento generalizado del IPC y del coste de la vida.
No obstante, el problema de acceso a la vivienda sigue siendo una realidad para un segmento de la población española. Y es que la descompensación entre los salarios y el precio de la vivienda, ya sea de compra o de alquiler, provoca que una parte de la demanda no pueda asumir el coste de acceder a una vivienda digna en algunas de las principales capitales españolas.
El problema de acceso a la vivienda pasa por la obra nueva
En este sentido, la red inmobiliaria nacional donpiso señala que la clave para solucionar el problema del acceso a la vivienda pasa por aumentar el parque público de residencias mediante la construcción de nuevas promociones que sean destinadas a alquiler social. Así lo ratifica Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, que subraya que si el mercado inmobiliario tiene un problema en España es que parte de la ciudadanía no puede acceder al mercado, ya sea para la compra como para el alquiler de una vivienda.
“Es necesario destinar más suelo en manos del Estado para la construcción viviendas de protección oficial (VPO) en suelo público y que ese suelo no se pueda llegar a descalificar en ninguna circunstancia por motivos económicos o para el beneficio de una empresa privada”, subraya Bermúdez. El subdirector general de donpiso va más allá: “Crear 200.000 viviendas de alquiler social en España es sencillo. Lo complicado es tener suelo, y el Estado lo tiene. Una vez se hayan aprobado medidas para destinar ese suelo a ampliar la oferta pública de vivienda, se deben impulsar iniciativas mediante la colaboración público-privada para poder levantar promociones de viviendas de obra nueva en buenas condiciones para los promotores”.
Entre las medidas para fomentar la involucración del sector privado en la construcción de viviendas para alquiler social, desde la inmobiliaria se sugieren las subvenciones para la contratación y el pago a los trabajadores o la bonificación o exención de tasas e impuestos.
Las promotoras inmobiliarias serán quienes “paguen la fiesta”
En un contexto de inflación sin precedentes en las últimas décadas, aluminio, hierro y madera, tres de los materiales principales para la construcción de viviendas, se han encarecido un 15-20% en los últimos meses. Esta escalada en el precio de los materiales está repercutiendo a la industria de la construcción, que construye mucho menos de lo que el mercado demanda. Y es que, si en el 2007 se vendieron un total de 326.000 viviendas de obra nueva, en el pasado 2021 se registraron poco más de 115.000, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“La construcción de viviendas ha sufrido un encarecimiento del 5% para los promotores por el aumento del precio de los materiales, un sobrecoste que van a asumir las propias empresas constructoras contra su margen de beneficio por cada promoción”, indica Bermúdez.
Un escenario que, según las previsiones de donpiso, no supondrá una caída de los proyectos de construcción de viviendas al tratarse de un mercado más estable, pues no hay apenas oferta y la demanda sigue queriendo obra nueva. El comportamiento del mercado de la segunda mano, por el contrario, tenderá a la baja, notándose un ajuste más contundente en la primera mitad de 2023 por el encarecimiento de la financiación y los ligeros repuntes que aún se producen en el precio medio de la vivienda en España.