Las grandes empresas españolas del sector de las infraestructuras han centrado sus esfuerzos e inversiones de los últimos años en potenciar la internacionalización y diversificación de sus operaciones. De esta forma, lograron recuperarse tras las últimas crisis económicas que envolvieron a la industria. Con ello, estas compañías, al priorizar otro tipo de necesidades, han optado por abordar otros aspectos tales como la transformación digital de forma más conservadora.
Sin embargo, actualmente nos encontramos en un contexto en el que la transformación digital es casi mandataria para todas las compañías, incluidas las del sector de la infraestructura y construcción. El incremento de costes tanto de las materias primas como de la mano de obra y energía, la escasez de personal y la creciente tendencia por incorporar la sostenibilidad dentro de la estrategia de las compañías, son algunas de las razones por las cuales el sector está abordando de una manera decidida su transformación digital más allá de las inversiones en software de gestión e implementaciones – más teóricas que prácticas en muchos casos – de BIM (Building Information Modeling).
En esta línea, la multinacional tecnológica Stratesys, hub digital entre Europa y América, detecta y desgrana las principales tendencias que marcarán el sector de la infraestructura en relación con la transformación digital.
La implantación de gemelos digitales es, según los expertos, la tendencia tecnológica más relevante para el sector. Esto se debe a que no sólo permite incrementar el retorno de algunas de las inversiones más habituales como la sensorización de edificios e infraestructuras o las ya mencionadas implementaciones de BIM, sino que permite ir un paso más allá en la mejora de la eficiencia operativa.
Los gemelos digitales habilitan además la colaboración en tiempo real entre todos los agentes implicados en el ciclo de vida de un activo: propietario, constructor, operadores, subcontratistas o inversores. Un ecosistema común es clave para poder adoptar los estándares y mejores prácticas del sector consiguiendo así incrementar la eficiencia en las operaciones.
Por otro lado, la información recolectada por los sensores ha resultado clave para la estandarización y modernización de los procesos de la industria. Esta solución permite optimizar las operaciones de mantenimiento habilitando escenarios de reducción de costes, desde la limpieza y desinfección únicamente de estancias utilizadas recientemente, hasta la mitigación de riesgos gracias a una detección temprana.
Esta optimización en la operación de las infraestructuras permite reducir tanto la cantidad de materiales y recursos usados como el número de desplazamientos, dos de los aspectos clave para mejorar la huella de carbono asociada al ciclo de vida de un activo.
Por último, la inteligencia artificial también ha impulsado la transformación digital del sector; ya que expertos están observando diferentes usos que se están dando a la Inteligencia Artificial en grandes operaciones de construcción. Un ejemplo de ello es la generación de algoritmos para detección de patrones y optimización de procesos. También se están dando casos de uso más específicos, como la incorporación del reconocimiento de imágenes para la inspección de edificios e infraestructuras asociando de manera automática y exacta las posibles incidencias o anomalías al gemelo digital redundando una vez más en la optimización del tiempo y recursos necesarios.
“La transición digital ha llegado al sector de infraestructuras para quedarse. Se ha demostrado la cantidad de beneficios que aportan soluciones como la Inteligencia Artificial o gemelos digitales no solo a nivel de costes, sino a la hora de conseguir una ejecución de mayor calidad, más eficaz, sostenible y sencilla”, explica Pablo Meijide, director de Infraestructuras, Construcción y Real Estate de Stratesys.