Este viernes, y después de un largo debate no exento de polémica en torno a su aprobación, ha entrado en vigor la limitación de precios para viviendas de alquiler en 140 municipios catalanes considerados “tensionados”, entre los que destaca la ciudad de Barcelona. Una medida que ha sido recibida con rechazo por una gran parte de expertos del sector inmobiliario, que tachan la tachan de “error garrafal” al considerar que tensionará todavía más el mercado y expulsará a los ya pocos propietarios que quedan en el mercado del alquiler.
“Nos encontramos ante un error mayúsculo que no solo no solucionará la problemática del acceso a la vivienda, sino que generará un deterioro mayor en el parque de viviendas”, advierte advierte el Personal Shopper Inmobiliario (PSI) Iñaki Unsain, y añade, “lo que va a provocar es que la gente desplazará sus inversiones a otras regiones y van a cambiar los tipos de contrato de alquiler, de vivienda a habitual vivienda temporal, provocando un aumento de precios que dejará fuera del mercado del alquiler a las personas con menor capacidad y con menor solvencia”.
Al tratarse de una competencia autonómica, a día de hoy tan solo Cataluña ha aplicado las medidas contempladas en la Nueva Ley de Vivienda. Es por esto que, para el expresidente de AEPSI (Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliarios) los inversores empezarán más pronto que tarde a desplazarse a zonas gobernadas por otras fuerzas que no apliquen la norma.
El experto se muestra sorprendido al ver como los gobernantes “caen en los mismos errores de siempre”, medidas intervencionistas que no solucionan el “problema real del mercado”, que es la falta de vivienda social para las familias con menor poder adquisitivo: “el tope al alquiler se intentó aplicar ya hace unos años en Barcelona y no funcionó, por eso nos sorprende tanto que vuelvan a internarlo, y sobre todo con un índice con el que no están ni del todo de acuerdo sus mayores partidarios”.
Un parque de vivienda muy envejecido
El director general de ACV Gestión Inmobiliaria considera que no se ha tenido en cuenta el coste del mantenimiento y reforma de las viviendas más antiguas a la hora de definir el límite de sus rentas, por lo que “no compensa en absoluto” hacer reformas en las viviendas para los propietarios.
El experto ejemplifica que la diferencia entre una vivienda completamente rehabilitada y un piso de origen se sitúa por debajo de los 50 euros. Esta situación se repite también con otras ventajas que no se ven reflejadas en los topes, como una plaza de garaje asignada a una casa. Según las simulaciones llevadas a cabo por el PSI en el sistema estatal de referencia de precios de alquiler de vivienda publicado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, la diferencia de precio entre una misma vivienda con o sin plaza de parking asociada es de solo 20 euros.
“La gente que quiera seguir alquilando vivienda habitual va a hacer un mantenimiento mínimo o nulo; es un contrasentido pretender multiplicar el ritmo de rehabilitación cuando no estás fomentando de ningún modo a los propietarios que se apliquen estos cambios”, sentencia Unsain.