Después de muchas protestas vecinales por su impacto en la convivencia y la subida de precios, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido iniciar un proceso para acabar con las licencias de pisos turísticos en la capital catalana, una medida que ha sido duramente criticada desde el sector, pues consideran que el gobierno “no puede acabar así como así” con un modelo de alquiler muy importante para la economía de la zona, asegura Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario (PSI) de referencia en la región y director general de ACV Gestión Inmobiliaria.
Para el experto, esta se trata de una nueva «una medida populista» creada por y para contentar ya no solo al electorado, sino a otros partidos, como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de quien necesita apoyo el PSC para asumir la presidencia de la Generalitat.
El ex presidente de AEPSI (Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario) lo considera, del mismo modo, «una decisión muy temeraria y con graves consecuencias«, entre las que destacan el empobrecimiento de una parte de la población local que dejará de contar con una parte importante de sus ingresos proyectados por la gestión y alquiler de estos pisos.
Es importante destacar que este tipo de limitaciones han intentado llevarse a cabo en otras zonas de turismo masivo del territorio español, como Málaga o Sevilla, y no han salido nunca adelante. Por todo esto, de prosperar la propuesta del PSC, Unsain pronostica una posible “batería de demandas” por parte de algunos propietarios contra la resolución, al considerarla “injusta y perjudicial” para sus negocios.
Una medida que ahuyentará a los inversores
Este clima de inestabilidad a nivel jurídico para los propietarios detalla el PSI, podría tener un impacto negativo en la inversión privada: “Los inversores, ya no solo nacionales, sino internacionales, se van a apartar y van a llevar su dinero a otros lugares, provocando un retroceso aún más importante de la inversión en vivienda en la ciudad”.
Es por esto que Unsain tilda la propuesta de “despropósito y gran irresponsabilidad”, ya que al señalar a los propietarios de “grandes especuladores” se desincentiva su inversión. Del mismo modo, el experto considera que la eliminación de los pisos turísticos fomentará también la actividad ilegal. En sus propias palabras, «los turistas van a seguir queriendo venir a Barcelona y, si no les dejan de una forma legal, pues lo van a alquilar de una forma ilegal«.