La falta de financiación bancaria debido a las trabas de la actual normativa sobre valoración de inmuebles supone actualmente un freno a la construcción industrializada, un modelo que ha ganado importancia en los últimos años y que persigue fabricar en plantas de producción piezas modulares que luego se ensamblan en las viviendas, como fachadas, cocinas y baños. Expertos de varios sectores han analizado la situación actual de la financiación de este modelo de construcción, en la jornada “Acelerar la financiación de la construcción industrializada”, organizada por Triodos Bank y Green Building Council España (GBCE) y celebrada en Madrid.
En el contexto actual, el préstamo promotor puede que no sea el más indicado para financiar la industrialización de la construcción, ya que el principal proceso productivo se sitúa en una ubicación diferente de donde se construye el edificio, por lo que la normativa actual no lo considera como garantía hipotecaria. Este modelo, además, no es ajeno a otros retos que actualmente afronta el sector de la construcción, como la sostenibilidad, los obstáculos regulatorios, la falta de mano de obra o la capacitación precisamente de estos profesionales, que en algunos casos facilita la construcción industrializada.
En el debate han participado diferentes entidades de toda la cadena de valor del sector de la construcción y la administración pública.
Desde Triodos Bank se han remarcado algunos puntos clave para que, en palabras de Tamara Lemos, directora de Construcción sostenible de Triodos Bank “la construcción industrializada se convierta en una palanca en el cambio de paradigma del sector hacia la sostenibilidad y accesibilidad, y para ello, apelamos a la necesidad de una regulación adaptada a las peculiaridades o características de este sistema constructivo. Desde Triodos Bank ya financiamos la construcción industrializada y así continuaremos para facilitar el capital necesario, pero precisamos de todos los actores de la industria para avanzar en renovar y actualizar la manera de construir tradicional. Además, la administración pública es una palanca clave para acometer los retos que nos trae la construcción industrializada”.
Desde el ámbito de la tasación ha participado Santiago Lorenzo, director de Consultoría de Edificación de Cohispania, quien reivindica la importancia de la monitorización de obra también en la industrializada, y la necesidad de introducirla en la normativa ECO.
Daniel Anquela, director corporativo de desarrollo de negocio de Cohispania y of counsel de Andersen ha remarcado que “entendemos que hay una necesidad de una financiación complementaria a la ya soportada por la normativa ECO que permita el desarrollo de proyectos industrializados y el soporte económico durante el proceso de la fase de avance en fábrica”. Además, Eduardo González, socio del área de derecho inmobiliario de Andersen, ha apuntado algunas posibles soluciones viables en línea con “la colaboración público-privada como es la creación de un PERTE para el sector”. Luis Martín, of counsel de Andersen, ha remarcado que “la construcción industrializada supone un cambio de paradigma en el sector”, y propone “un reenfoque en toda la cadena de valor y plantearlo como un proyecto diferente, a modo de project finance”.
En esta línea, Javier Martín, director General de Vivienda y Suelo del Ministerio de la Vivienda y Agenda Urbana puso sobre la mesa que “la industrialización debe entenderse como una revolución de un modelo obsoleto, en el que no deben aplicarse parches. Si se trata de una reconversión sectorial, el proceso debe liderarlo la administración pública, con la ventaja de contar con una base industrial de enormes fortalezas, en el que debe reenfocarse toda su cadena de valor, desde la fabricación de materiales, hasta su ensamblaje y montaje para mayor eficiencia del proceso”.
Por su parte, Manel Rodríguez, director gerente de Grupo Salas añadió que “no estamos transformando la construcción sino la provisión de viviendas, es un modelo del pasado que debe empezar por la estandarización de los elementos de las viviendas para una fabricación eficiente y accesible en precio a unas calidades adecuadas”.
El sector asegurador estuvo representado por parte de Asefa con Isabel de Jorge, directora comercial. Isabel ha remarcado que la construcción industrializada no tiene vuelta atrás para dotar al país de las necesidades y demanda creciente de vivienda, entre 500-600 mil la falta de vivienda actual.
Freddy Leon, investment manager de Circular Capital del grupo Construcía, añade la “dificultad en ocasiones para obtener licencias si los técnicos municipales no son conocedores de estos modelos de construcción”. Para él, “la parte regulatoria y financiera deben alinearse para que se produzca una entrada de capital. Se pueden reducir costes financieros y plazos, ahorro que puede repercutirse en el coste de la vivienda para dar al inversor una rentabilidad incrementada. De este modo se consigue el mismo retorno de la inversión en menos meses”.
Por parte de empresas que ya aplican fórmulas de construcción industrializada, participó Rubén Aguilar, director de innovación e investigación de CIMPRA, empresa sevillana que lleva dos décadas impulsando este modelo. Para él, es clave buscar nuevas vías de financiación, ya que deben anticipar fondos antes de contar con financiación externa. Por su parte, advierte que el profesional de la obra prefiere este modelo porque no cambia de lugar de trabajo y continúa el proceso de producción sin interrupción entre proyectos. También valora otras ventajas como ver que es un modelo más limpio, que optimiza mejor la generación de residuos.
Desde el sector financiero, Claudia González, senior associate de GFI España, remarcó “la necesidad de reforzar y habilitar nuevas soluciones financieras para facilitar el flujo de capital hacia la construcción industrializada como solución viable para la descarbonización del parque urbanístico”
El sector promotor estuvo representado por José María Quirós, delegado de industrialización de AEDAS, que aseguró que “con respecto a la financiación, el punto diferencial es el nivel de riesgo, que podría ser resuelto mediante la generación de demanda para crear un sector robusto”.
A modo de conclusión, Bruno Sauer, director general de GBCE, resumió las principales propuestas de las entidades participantes, entre las que se plantea la necesidad de impulsar una hoja de ruta para avanzar en los próximos pasos, así como definir grupos de trabajo con todos los sectores implicados. Destacó además la necesidad de fomentar la vivienda asequible, la oportunidad de crear una industria limpia y propia, y la necesidad de promover un empleo especializado en el sector.