Los alquileres continúan su escalada. Según el informe mensual de precios de alquiler de pisos.com, el precio medio del alquiler ha subido casi un 7,5% (7,48%) en España en el último año. Un 0,34% sólo respecto al mes de octubre.
Con la reforma de la ley de Vivienda, el Ejecutivo anunciaba la creación de un Índice de Referencia para que la actualización de las rentas se hiciese conforme a este nuevo indicador y al margen del IPC. Pero poco o nada se sabe al respecto a pesar de que debería aprobarse antes de finalizar el año.
Debido a una oferta escasa y una demanda disparada, los precios no han dejado de crecer en los últimos años, lo que ha provocado una difícil situación también en el mercado del arrendamiento.
Los propietarios continúan mirando con recelo el alquiler y aquellos que se atreven a poner sus propiedades en el mercado buscan seguridad en rentas más elevadas e inquilinos sin problema de solvencia, ante la inseguridad jurídica que ha provocado la propia ley. Esto ha dejado fuera a los más jóvenes y también a los más vulnerables. Y ha colocado en situación delicada a las familias que necesitan cambiar de vivienda ante tan escasas opciones. Por no hablar de la incertidumbre generada ante la actualización de rentas en 2025.
La compraventa, en máximos
Para quienes cuentan con solvencia económica el refugio está en la compra con unos tipos de interés más que interesantes, de requerir de hipoteca. Cosa que, como destacaba en nuestro audiopodcast Carlos Smerdou, CEO de Foro Consultores Inmobiliarios, no necesitan el 40% de los compradores. Según los últimos datos publicados por el INE, la compraventa se encuentra en máximos desde 2007.
Señalaba hace unos días Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario, que “las políticas de vivienda del Gobierno no han hecho sino crear un clima de inseguridad que ha alejado a muchos inversores, provocando una caída muy importante en la oferta y un consecuente aumento de precios”. Y ha impulsado el mercado de alquiler temporal frente al de vivienda habitual.
La norma que buscaba proteger a los más vulnerables con medidas intervencionistas ha terminado por dejarlos fuera y en una situación más precaria.
Porque parte de la solución está en despolitizar, y la otra, en aumentar la oferta. Pero no es una respuesta inmediata. Por un lado, para ampliar el parque de vivienda público se necesita colaboración público-privada. Y, según el cálculo de Smerdou, “que un edificio esté listo lleva un tiempo, entre tres y tres años y medio, si contamos las licencias y todo el papeleo correspondiente antes de empezar”.
Los inquilinos amenazan con la huelga
Mientras tanto, los inquilinos se rebelan. Y a pesar de que las movilizaciones no han impresionado demasiado a los expertos, (muy conscientes de la situación legal que conllevaría), el Sindicato de Inquilinos amenaza con ir a la huelga y dejar de pagar el alquiler si el Gobierno no interviene rebajando los precios al menos un 50%.
Después de todo lo dicho anteriormente, no sé si es necesario destacar que, de darse esta situación, no sólo se colapsarían los juzgados por impagos, sino que se terminaría por destruir la escasa oferta de vivienda en alquiler disponible agravando aún más la situación actual.