La posibilidad de que el Govern de la Generalitat limite la compra especulativa de vivienda ha encendido las alarmas entre los expertos del sector inmobiliario. El presidente Salvador Illa ha anunciado este miércoles en el Parlament que su Ejecutivo “estudia prohibir la compra de vivienda para hacer negocio” y no descartó, además, imponer una limitación al número de pisos que una persona puede tener.
El president ha defendido que la prioridad de su Gobierno es “garantizar el derecho a la vivienda”, asegurando que “todas las medidas se están analizando desde los departamentos competentes” y que el objetivo es “avanzar con ambición, pero con seguridad jurídica”. La iniciativa, que cuenta con el respaldo de ERC, los Comuns y la CUP, situaría a Cataluña como la primera comunidad autónoma en imponer restricciones directas a la compraventa de vivienda privada.
Sin embargo, desde el sector inmobiliario se teme que esta nueva intervención acentúe los desequilibrios de un mercado ya tensionado. Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario de referencia en Barcelona, considera que “Cataluña corre el riesgo de convertirse en un laboratorio de políticas intervencionistas que terminan expulsando la inversión privada”, y añade que “si el objetivo es facilitar el acceso a la vivienda, hay que incentivar la oferta, no asfixiarla”.
Sobrerregulación ante el fallido plan de construcción
El anuncio de Illa, que se produce tras el fracaso de su plan para construir más de 200.000 viviendas y en plena negociación de los presupuestos de 2026, ha sido recibido con preocupación entre promotores y agentes inmobiliarios. Bajo el punto de vista del Personal Shopper Inmobiliario y director general de ACV Gestión Inmobiliaria, “la continua regulación y sobrerregulación del alquiler, los cambios normativos constantes y la presión fiscal sobre los llamados grandes tenedores están expulsando al pequeño propietario del mercado”.
Unsain recuerda que, desde la entrada en vigor de las limitaciones de precios, “muchos propietarios han retirado sus viviendas del alquiler tradicional por miedo a perder rentabilidad o a quedar atrapados en un marco legal confuso”. Según él, “la oferta se ha desplomado en los últimos años, y con menos oferta los precios suben, justo lo contrario de lo que se pretendía conseguir”.
Esta propuesta ya fue presentada por los Comuns durante el debate de política general. En ese momento, aún sin contar con el informe mencionado, el PSC optó por abstenerse. Para Unsain, la nueva propuesta del Govern sería “un paso más en la dirección equivocada”. En su opinión, el debate sobre la “compra especulativa” parte de una visión ideológica del mercado que no tiene en cuenta la realidad económica. “No se trata de defender a los grandes fondos, sino de entender que el mercado necesita confianza y reglas claras. Si se castiga la inversión, el problema de acceso a la vivienda será cada vez mayor”, concluye Unsain.