El Euríbor se estanca en noviembre mientras el mercado fija el foco en la reunión clave del BCE del 17 de diciembre

El Euríbor, principal referencia para el cálculo de las hipotecas variables en España, cierra noviembre con una media del 2,21%, un nivel casi idéntico al del mes anterior (2,20%) y que confirma un escenario de estabilidad tras varios meses de pequeñas oscilaciones. El índice se mantiene lejos de los picos de 2024, cuando llegó a rozar el 3%, y continúa situándose en valores que permiten a los hipotecados seguir aliviando sus cuotas respecto al ejercicio anterior.

Ricard Garriga, CEO y cofundador de Trioteca, destaca que el comportamiento del Euríbor en noviembre no ha aportado novedades de calado, pero que el foco del sector ya está situado en una fecha marcada en rojo en la última hoja del calendario anual: “El Euríbor continúa exactamente en la misma línea, bastante normal. Pero atención, el 17 de diciembre tendremos la última reunión del año del Banco Central Europeo y el día 18, cuando comparezcan en rueda de prensa, veremos qué hacen; a partir de ese día sabremos realmente qué nos espera para el inicio de 2026 en el índice del precio de las hipotecas variables”.

El experto, cofundador de la Asociación Española de Brókeres Hipotecarias (AEBH) recuerda que, “tras muchos meses de mensajes prudentes por parte del BCE, cualquier señal sobre el ritmo de bajadas o una pausa más larga moverá de inmediato las expectativas del Euribor y, con ello, las cuotas de cuatro millones de hipotecados a tipo variable”.

Según los cálculos de la plataforma digital especializada en la comparación y contratación de hipotecas, esta estabilidad prolongada en noviembre sigue proporcionando un ahorro relevante en las revisiones anuales de las hipotecas variables, aunque el margen de mejora se ha moderado respecto a los meses de caídas más pronunciadas.

Un ritmo más lento del esperado

Durante 2025, el Banco Central Europeo ha aplicado dos recortes de tipos, ambos de 25 puntos básicos, situando la tasa de referencia en el 2,00%. Aunque estas reducciones han contribuido a consolidar la caída del Euríbor desde los máximos de 2024, el mercado había anticipado un ritmo más agresivo. La persistencia de una inflación más resistente y la prudencia del BCE han moderado las expectativas de nuevas bajadas, trasladando al Euríbor un comportamiento más estable y menos volátil.

En Trioteca consideran que el Euríbor podría moverse en una horquilla estrecha en lo que resta de año, a la espera de las señales del BCE. El escenario central del mercado apunta a una continuidad de la senda bajista lenta, siempre condicionada a los datos de inflación y a la reacción del Banco Central Europeo.

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