Madrid. 05/04/2013
Miguel Ángel Alemany, director general de pisos.com valora los últimos anuncios del Gobierno sobre el proyecto de Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas y el Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas debatidos en el Consejo de Ministros de hoy:
- La compraventa, uno de los ejes del sector de la construcción en España durante muchos años, pasa a un segundo plano en el nuevo Plan de Vivienda 2013-2016. Lo que se pretende es que el sector de la construcción encuentre en el alquiler y en la rehabilitación nuevos cauces para recuperarse. Anteriores legislaturas trataron también de rescatar del olvido estos mercados tan olvidados en tiempos de bonanza constructiva. Veremos si con la flexibilización de las leyes es posible que la actividad inmobiliaria recupere tono, dado que la creación de puestos de trabajos es fundamental para la buena salud de la economía española.
- Mientras se espera la recuperación del empleo y de la financiación, se trata de derivar la necesidad de habitar una vivienda al mercado del alquiler. Desde pisos.com, estamos complemente de acuerdo en que algunas de las decisiones en materia de alquiler se enfoquen especialmente hacia perfiles vulnerables, pero el grueso de la sociedad sigue mirando hacia la propiedad. Pensamos que el alquiler es una fórmula de acceso totalmente digna, pero la tendencia natural es la compra, por muchas ayudas que se le den al ciudadano. No obstante, las medidas para dinamizan el arrendamiento son necesarias y bienvenidas, sobre todo, en materia fiscal. Es de esperar que el alquiler abandone por fin los puestos de cola en el ranking europeo y se constituya como una alternativa real y sólida.
- Por otro lado, las medidas relativas a la certificación de la eficiencia energética y a la evaluación de edificios ponen de relieve la importancia de ahorrar en el consumo de electricidad, una de las quejas más repetidas por los consumidores. Será complicado convencer al usuario de que el gasto en rehabilitación merece la pena a la larga. A las administraciones les queda, por tanto, un largo trabajo de concienciación.