El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, se ha comprometido a presentar en el Congreso «antes del verano» una medida para «controlar» el precio de los alquileres de vivienda «en las ciudades en que hayan subido de forma desorbitada».
«Una problema social extraordinario requiere administraciones audaces que tomen medidas igualmente excepcionales», indicó Ábalos durante su comparecencia en el Congreso.
«Por ello, les anuncio que antes del verano traeré a esta Cámara una iniciativa para permitir el control de precios del alquiler en aquellas zonas que hayan experimentado subidas desorbitadas«, anunció.
Ábalos aseguró que no «estará ausente» en la protección del derecho a la vivienda. «Mi responsabilidad es mirar a los jóvenes a la cara y decirles que tengan esperanza, porque este Gobierno no les da la espalda», aseguró.
La medida se sumará al Decreto de medidas urgentes en el mercado del alquiler que el Gobierno aprobó en marzo de 2019, en la anterior Legislatura. Según el ministro, este texto, que limitó las subidas de los alquileres a la inflación, está teniendo ya efectos en cuanto a la «desaceleración de las rentas».
Idealista advierte de los riesgos de intervenir el sector
Por su parte, el portavoz de idealista, Fernando Encinar, ha hecho hincapié en que «capar los precios» no es el camino para solventar el problema de los precios de la vivienda en alquiler y ha alertado de que la inversión migrará a ciudades con entornos jurídicos más estables, «huyendo de las ciudades que apliquen control de precios».
Para el portavoz de la plataforma de viviendas, fijar precios solo tendría sentido en las viviendas de alquiler públicas o que han recibido ayudas públicas, pero no en las viviendas privadas.
Sobre las inversiones, Encinar ha afirmado que rápidamente se notará un aumento de la inversión en las ciudades que eviten esa regulación y por lo tanto de la oferta.
Por el contrario, cree que en las capitales que apliquen la regulación, los actuales inquilinos seguirán pagando lo mismo, «pero los inquilinos del futuro buscarán en un mercado con mucha menos oferta, de peor calidad y con más dificultades para encontrar algo asequible.»
Encinar ha señalado que cualquier índice que aporte transparencia es bienvenido y ha recordado que en el mercado de compraventa ya hay numerosos índices de fuentes «solventes» como tasadoras, portales inmobiliarios o entes públicos como los notarios o los registradores.
«Todos aportan datos fiables que permiten una visión amplia de la realidad del mercado», ha señalado, tras apuntar que «lo más importante es que los ciudadanos tengan cuanta más información mejor para la toma de decisiones».
No obstante, ha dejado claro que utilizar el índice para realizar un control del precio del alquiler es «una mala noticia para las ciudades que lo apliquen y una buena noticia para las que no».