“La construcción en España, industria esencial y segura” es el título del documento de posición de CEMEX que acaba de publicar en España y que analiza y pone en valor todos los recursos con los que cuenta el sector para convertirse hoy en motor de la economía nacional. Además, destaca su capacidad para mantener y generar empleo con las máximas garantías de seguridad.
En España, según los últimos datos de la contabilidad nacional trimestral (CNTr), la construcción contribuyó en 2019 al 5,9% del PIB, más de 73.470 millones de euros. Asimismo, esta industria emplea a un total de 1.28 millones de personas de manera directa y dinamiza una decena de subsectores de la economía gracias a su efecto multiplicador.
Adicionalmente a la contribución directa del sector de la construcción a la economía nacional, el conjunto de actividades que componen el sector industrial ha aportado al PIB en 2019 más de 178.000 millones de euros, es decir, un 14%, correspondiendo un 11% solo a la industria manufacturera (138.000 millones de euros).
Esta condición de generador de riqueza y empleo en tiempos “normales” se acrecienta en la era covid-19 y post covid-19, en donde sectores tradicionalmente motores de la economía, como el turismo, los servicios o la automoción, entre otros, se han visto seriamente afectados por la pandemia, con graves consecuencias para la economía y el empleo. “La crisis sanitaria –explica José Manuel Cascajero, Vicepresidente de Planificación Estratégica para EMEAA- ha convertido a la construcción en un sector clave y más esencial que nunca, porque además de ser necesario para el desarrollo y mantenimiento de las infraestructuras básicas del país, el propio sector contribuye a mantener los ingresos y el bienestar de miles de familias. Confiar y apostar por el efecto multiplicador del sector en este momento, principalmente a través de la inversión y la colaboración público-privada, contribuirá a que nuestra economía supere antes y en mejores condiciones esta crisis, con un efecto positivo fundamentalmente sobre el empleo, tanto directo como indirecto.”
Las administraciones públicas, clientes, proveedores y comunidades entre otros grupos de interés, son claves para promover y potenciar la industria de la construcción, de forma que se contribuya también a reactivar la economía local, autonómica y nacional. Por otro lado, el incremento de la actividad constructora lleva aparejada una mejora de los ingresos de las distintas administraciones públicas, tan necesarios para hacer frente a los enormes gastos derivados de la pandemia.
“Pero para que este efecto multiplicador ocurra y la construcción pueda aportar toda su capacidad como motor y palanca para la reactivación económica post Covid-19– comenta Antonio Cases, responsable de Asuntos públicos de CEMEX en España- es necesario que las distintas administraciones se impliquen se agilicen las concesiones de licencias de obras, se favorezcan las licitaciones, se flexibilicen los plazos de ejecución y se reduzcan los trámites administrativos”.
Imprescindible para el mantenimiento y desarrollo de infraestructuras
La construcción es una de las principales actividades económicas generadoras de riqueza en el país debido a su capacidad de actuar como tractor en la reactivación de las economías de las comunidades autónomas y municipios. Asimismo, proporciona servicios esenciales como la construcción o el mantenimiento de hospitales, colegios, carreteras, infraestructuras de telecomunicaciones, sistemas de energías o infraestructuras aeroportuarias y portuarias, entre otros para sostener el bienestar de la sociedad. Por ello, países como Alemania, Reino Unido, Polonia o la República Checa han considerado este sector como esencial desde el principio de la pandemia, motivo por el que no se ha parado en ningún momento su actividad.
En nuestro país la construcción solo ha estado paralizada unos días, y no en todos los territorios, pues durante el periodo de confinamiento más severo en muchas comunidades se han llevado a cabo trabajos de conservación y reparación de infraestructuras existentes o la construcción de infraestructuras críticas como los hospitales de campaña, que han vuelto a poner de manifiesto el carácter esencial de esta industria.
La seguridad, principal prioridad
Según el documento, para salir de la crisis generada el covid-19, es necesario mantener la estabilidad económica y social de España, lo que a su vez requiere impulsar el desarrollo y dar prioridad a aquellos sectores de actividad que, en unas circunstancias como las actuales, son capaces de seguir generando bienestar social y valor económico, manteniendo al mismo tiempo un bajo riesgo de transmisión del virus.
La industria de la construcción es capaz de conjugar todos estos factores, pues las obras se desarrollan en entornos estrictamente controlados: no están abiertas al público, se ejecutan bajo estrictas normas de seguridad para la prevención de riesgos laborales y la protección de la salud, se llevan a cabo generalmente al aire libre y suelen tener una baja densidad de concentración de personal. Todo ello sitúa a la construcción en un rango de bajo riesgo en lo que se refiere a seguridad y salud. Además, la construcción y los distintos sectores que la representan han implementado las medidas de salud y seguridad prescritas por las autoridades competentes para mitigar la propagación del covid-19, incluyendo también por iniciativa propia muchas otras recomendaciones.
“En este contexto, la generación de empleo es importante– añade Javier Mota, Director de Seguridad y Salud de CEMEX en la región de EMEAA, – sin embargo, este proceso exige responsabilidad y un enfoque sostenible a medio y largo plazo. Esta crisis nos ha demostrado que debemos tomar medidas de seguridad y prevención más eficaces para minimizar los riesgos de contagio y propagación del virus. Hasta que no dispongamos de una vacuna o tratamiento eficaz estarán en vigor los protocolos más estrictos y seguros del conjunto de la industria. En el caso concreto de CEMEX, contamos con 52 protocolos específicos covid-19 en todas y cada una de las áreas de nuestro negocio. Estos protocolos se pueden consultar en nuestra página web”.
En este sentido, el informe concluye que la reactivación y el fortalecimiento de la industria de la construcción implicaría un riesgo muy bajo en la propagación del virus y permitiría reforzar el bienestar de los ciudadanos, así como dar un importante impulso a la actividad económica del país, tan necesaria durante y después de la pandemia.