El fin del confinamiento y el inicio de la desescalada por fases supuso una reactivación instantánea y heterogénea del sector inmobiliario español en un momento en el que oferta y demanda se están acomodando al ‘new normal’ con unas necesidades y pretensiones distintas. En este contexto, la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI), ha analizado en una rueda de prensa digital las perspectivas del mercado inmobiliario en España para los meses de verano y las claves para la salida de la crisis del coronavirus.
Así pues, según los datos presentados por la asociación inmobiliaria, el precio de la vivienda en venta no ha caído por el momento, pues mientras los compradores hacen ofertas a la baja para tratar de sacar provecho de la crisis de la COVID-19, los propietarios no aceptan rebajas significativas de precio a la hora de vender. En este sentido, la demanda inmobiliaria en España está realizando ofertas con bajadas medias del 10%, mientras que en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga, Valencia o Palma esa bajada es algo inferior, de un 5-7%. Zonas costeras como la Costa Brava, la Costa del Sol o Baleares viven aún semanas de cautela a la espera de la llegada de extranjeros en el mes de julio. Y es que, debido a la crisis, el mercado ha pasado a estar dominado por los compradores, especialmente aquellos con liquidez en estos momentos. No obstante, debido a este desajuste entre oferta y demanda, en las próximas semanas se prevé que exista un alto volumen de ofertas para la compra de residencias pero que no necesariamente irá acompañado del cierre de las operaciones.
En el mercado del alquiler, en las grandes ciudades, con Madrid y Barcelona a la cabeza, las bajadas de precios sí se están produciendo por el crecimiento del parque de alquiler residencial en detrimento del turístico. Debido a la incertidumbre sobre la evolución de la crisis en el segundo semestre, la demanda está aprovechando para negociar a la baja con descensos del 10-15% en rentas de a partir de los 1.200 euros al mes, algunas de las cuales se aceptan y en otras los propietarios optan por establecer descuentos escalados año a año. En aquellas viviendas con rentas de menos de 1.000 euros mensuales no hay ajustes de precios significativos. Este descenso de los precios va de la mano del trasvase de viviendas de alquiler turístico a alquiler de temporada (de 30 días a 11 meses) o de larga duración.
En cuanto a la tendencia para la segunda parte del año, AEPSI prevé que la demanda inmobiliaria podría conseguir rebajas de hasta un 20% hasta finales de 2020 en la compra de viviendas principales y de hasta el 30% en segundas residencias debido a la necesidad de liquidez de una parte de la oferta durante el tercer y cuarto trimestres. El comprador nacional seguirá siendo protagonista a falta de dos semanas para la apertura de fronteras, mientras que inversores extranjeros, mayoritariamente extracomunitarios, analizan la oferta a distancia en busca de buenas oportunidades de inversión.
Iñaki Unsain, presidente de AEPSI, ha hecho un balance positivo de la vuelta a la actividad y es optimista de cara a los meses de verano: “La recuperación en U que ya predijimos en marzo se está cumpliendo, aunque quizá de manera más moderada. El mercado está acelerando gradualmente a medida que se consolida también el avance en la lucha contra el virus. El fantasma de un rebrote en otoño hace que todavía muchos inversores se lo estén pensando, pero lo cierto es que las mejores oportunidades de compra e inversión se van a dar durante las próximas semanas, por lo que a la demanda inmobiliaria no le conviene esperar demasiado”.
Por su parte, Montse Moreno, vicepresidenta, ha destacado que “durante las dos últimas semanas de mayo hubo un ‘boom’ de operaciones en relación a aquellas que habían quedado en stand-by antes del estado de alarma, mientras que en esta primera quincena del mes de junio la actividad ha vuelto a estabilizarse”. “En estos momentos existen dos tipos de compradores: los que buscan rebajas u oportunidades y aquellos que se han dado cuenta durante el confinamiento de que su piso no les gusta y quieren cambiar. En el mercado del alquiler pasa lo mismo, pues hay muchos inquilinos a los que se les acababa contrato y buscan renovar a la baja o buscar un nuevo piso con mejores condiciones”, ha añadido la experta.
Mercado no residencial: oficinas más pequeñas y locales mejor ubicados
El residencial no es el único segmento en el que se vivirá un periodo propicio para la compra de bienes inmuebles. Los mercados de oficinas y de locales comerciales también se van a ver afectados en el corto plazo, razón por la que habrá oportunidades de adquisición especialmente en segundas líneas, donde se podrán producir compras con descuentos de alrededor del 20% debido a la consolidación del comercio electrónico y el teletrabajo en los últimos tres meses.
El mercado de oficinas muestra en estos momentos una tendencia de las empresas a reducir la superficie contratada y el coste del alquiler debido al aumento del teletrabajo. Mientras, en el mercado de retail las compañías apuestan por la inversión en locales flagship, un modelo que ya venía ganando fuerza en los últimos años y que a partir de ahora se consolidará todavía más. Así pues, se buscanlocales en zonas prime que hagan de escaparate para la marca y el producto, que acabará siendo mayoritariamente comercializado mediante el e-commerce.
En lo que a locales se refiere, AEPSI reclama a la Administración que ponga en marcha nuevas políticas de vivienda que regulen de manera efectiva el cambio de uso de locales comerciales a viviendas como forma de aprovechar locales vacíos en segundas y terceras líneas y de solucionar el problema de acceso a la vivienda en las grandes ciudades por la falta de oferta y de suelo finalista.