El sector inmobiliario, que ha vuelto a operar con cierta normalidad desde hace poco más de un mes, está experimentando una reactivación gradual a nivel de las operaciones, mientras toda la economía se vuelve a poner en pie. “Prevemos una evolución de la economía ajustado a un modelo de `U´no muy acusada, por lo que podemos pronosticar una recuperación de los niveles pre-COVID19 en un 80-90% a finales de 2021”.
Así lo indica Lola Alcover, secretaria del Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España. En este sentido, y sobre las diferentes teorías sobre la recuperación, indica: “Se han escuchado desde las previsiones más optimistas que vaticinan una benévola crisis en `V´ de la que saldremos con la misma velocidad a la que hemos entrado, hasta las más aciagas que se decantan por un modelo en `L´ con una caída demoledora y una recuperación lenta y costosa, pasando también por aquellas que se sitúan en un punto intermedio y anuncian que el escenario que se dará será un patrón en `U´, en el que tardaremos un cierto tiempo, no corto pero tampoco excesivamente largo, en conseguir que despunte el crecimiento económico y volvernos a situar en cifras anteriores a la crisis producida”.
Alcover comenta que, tras sopesar los diferentes escenarios, y después de analizar los primeros movimientos contrastados en el sector, y que se apoyan en encuestas y sondeos efectuados entre los APIS, “somos razonablemente optimistas, y nos posibilitan albergar esperanzas de que el marco en el que finalmente nos movamos nos sitúen ante un modelo en `U´ bastante suave”.
Percepción positiva del mercado
En relación a las operaciones cerradas, desde el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España, es estima que “las señales que está dando el mercado son positivas y la situación actual es bastante mejor de lo que las graves circunstancias que hemos atravesado podían hacer prever; existiendo fluidez tanto en la oferta como en la demanda”, según la secretaria de la institución.
“Este escenario nos permite suponer que se va a producir una subida gradual y constante de la actividad inmobiliaria, que había quedado prácticamente paralizada, y que sería viable alcanzar un escenario suficientemente aceptable a finales de 2020, con una paulatina recuperación del sector en la que a lo largo de 2021 podremos alcanzar, por lo menos en un 80 o 90%; el ritmo del mercado inmobiliario anterior a la COVID 19”, explica Alcover.
En cuanto a los índices de precios que puedan darse, se estima que va a producirse un descenso en el precio de la vivienda que se mueva en una horquilla de entre el 10 al 15% como media, con posibilidad de que en algunas zonas más desfavorecidas el desplome alcance tramos del 20%, mientras que en otras más prósperas los recortes que puedan sufrir queden por debajo de ese 10%.
Cambio de tendencia en la demanda de viviendas
Pero la COVID19, en cuanto al sector inmobiliario se refiere, no sólo ha tenido secuelas en el tránsito de las operaciones realizadas o en el índice de los precios del mercado. Una de las consecuencias más destacadas que se está detectando de manera incuestionable, y que todos los sondeos ratifican, es la de que “se ha producido un importante incremento en el interés de los clientes hacia viviendas que ofrezcan espacios habitables al aire libre y superficies de recreo ajardinadas”, explica la secretaria del Consejo.
Así es que se ha detectado un cambio de tendencia en la demanda que ahora busca viviendas unifamiliares en parcela-jardín individual, así como inmuebles integrados en propiedad horizontal que posean áreas verdes para esparcimiento común. “En todo caso, y como denominador común de requisito mínimo imprescindible, se demanda, cuando menos, que la vivienda buscada disponga de terrazas o balcones. El acristalamiento de estas partes del inmueble, en otro tiempo tan de moda, se ha convertido ahora en un punto en contra a la hora de valorar la finca”, afirma Alcover.