El grupo inmobiliario Redpiso, a través del Servicio de Estudios Redpiso, ha analizado el mercado del alquiler en Madrid capital tras detectar un cambio de tendencia en la evolución de precios en el primer semestre del año. La compañía ha observado una caída de entre el 8% y el 10% en las rentas y prevé que pueda llegar hasta el 15% a finales de 2020 teniendo en cuenta el escenario futuro que la situación actual de la crisis de la COVID-19 anticipa. Aunque se trata de un descenso generalizado en el interior de la M-30, según Redpiso, este es más acusado en los barrios de Moncloa, Chueca, Salamanca y en el centro.
Manuel Fernández, director general de Redpiso y uno de sus fundadores, sitúa las principales causas en el freno de los mercados de alquiler vacacional y universitario y en una fuerte reducción del poder adquisitivo, circunstancias impulsadas por el panorama de incertidumbre y las medidas de restricción nacionales e internacionales.
“Las limitaciones a las visitas turísticas están siendo uno de los principales motores del descenso de precios del alquiler en Madrid. El alquiler vacacional empezaba a recuperarse tras un desplome del 60%, pero la exclusión de España de la lista de países seguros frente a la COVID-19 por parte de Reino Unido golpea de nuevo al sector. Y, previsiblemente, otros países europeos irán aplicando medidas similares. De esta forma, los propietarios de viviendas de alquiler vacacional han cambiado y siguen cambiando su apuesta al alquiler de larga duración -menos rentable pero más seguro-, lo que hace el entorno cada vez más competitivo” ha explicado Fernández. “A este incremento de la oferta se suman también los pisos de estudiantes, cuyo público se ha visto obligado a dejarlos anticipadamente y tampoco tiene una completa certeza de una vuelta presencial a las aulas para septiembre” ha añadido.
La alta competencia no es la única causa de la bajada de precios del alquiler tradicional. Para Fernández, “el propietario está teniendo que adaptar precios a la situación económica y nueva capacidad de los potenciales inquilinos, muchos afectados por ERTEs, reincoporaciones inciertas y el despegue exponencial de las cifras de desempleo. Antes que tener el piso vacío, se está optando por la flexibilidad”.
Para el Servicio de Estudios Redpiso, el conjunto de estos factores es el principal desencadenante de la bajada de precios del alquiler de larga duración, aunque esta será más moderada que la que sufrirá el mercado de compraventa de vivienda de segunda mano, “afectado por una nueva crisis que reducirá capacidad de ahorro e incrementará el número de perfiles de mayor riesgo hipotecario” concluye Fernández.