Los síntomas de enfriamiento en el mercado de la vivienda en España, como refleja la caída del 0,8% en el precio de las casas en el primer trimestre de 2020, la primera en casi cuatro años, resultan negativos para el perfil crediticio de los bancos, que deberán afrontar mayores impagos y necesidades de capital, mientras que verán reducida su capacidad para conceder un mayor volumen de hipotecas, según la agencia Moody’s, que alerta de que la crisis del coronavirus «exacerbará la tendencia».
El descenso trimestral del 0,8% de los precios de la vivienda mantiene la tendencia de debilitamiento observada desde el segundo trimestre de 2019 y refleja un desaceleración del mercado inmobiliario al comenzar las restricciones inducidas por el coronavirus y que la pandemia exacerbará, dado que el país es uno de los más afectados, apunta la agencia, que anticipa una caída brusca del PIB en 2020, lo que provocará un aumento sustancial del desempleo.
El impacto de la crisis de la Covid-19 acentuará el deterioro del mercado inmobiliario español, «lo que deprimirá los precios durante los próximos 12 a 18 meses», señala la calificadora de riesgos, que anticipa una caída significativa de la demanda de vivienda a raíz del aumento del paro y una menor demanda de casas por parte de no residentes, que suponían el 7,8% del total en diciembre de 2019.
Además, los bancos españoles se enfrentarán a una caída sustancial de la demanda de préstamos hipotecarios en el curso de los tres próximos meses, advierte.
«Los menores precios de las casas son negativos para el crédito de los bancos españoles, las cédulas y las titulizaciones hipotecarias residenciales (RMBS) puesto que reducen el valor de las garantías hipotecarias y de los activos inmobiliarios recuperados», afirma Moody’s, señalando que, en el caso de los bancos, esto se traduce en mayores pérdidas por impagos y necesidades de capital más elevadas, mientras que un mercado débil también lastra la capacidad de los bancos de suscribir nuevos préstamos hipotecarios.
Asimismo, la agencia advierte de que en el caso de las cédulas y RMBS, el descenso de precios en el primer trimestre reduce la tasa de recuperación en caso de impago y también rebaja el capital adicional generado por las hipotecas concedidas en los últimos años. Además, señala que la menor liquidez en el mercado inmobiliario alargará los plazos necesarios para hacer efectivo el valor de las propiedades.
Los tribunales están operando a niveles mínimos de servicio y las actividades relacionadas con ejecuciones hipotecarias no son prioritarias, lo que resulta especialmente negativo para la titulización de préstamos no productivos y RMBS, añade Moody’s.
No obstante, la agencia señala que el mercado de la vivienda en España está más equilibrado actualmente que en 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que mitigará el impacto de la pandemia en los precios de las casas.
En este sentido, sostiene que las entidades cuentan con criterios más exigentes en la concesión de hipotecas, el inventario de viviendas en el mercado es menor y la deuda de los hogares se ha reducido un 17,2% respecto de los niveles de 2007. Además, los tipos de interés son mucho menores en la actualidad y el porcentaje de préstamos hipotecarios a tipo fijo se ha incrementado considerablemente, hasta el 42,2% en 2019 desde el 1,9% de 2007.
«Esperamos los que los tipos de interés más bajos por más tiempo contribuirán a moderar el incremento de préstamos no productivos», apunta Moody’s.