Barcelona y Madrid se encuentran entre las principales ciudades del mundo donde la demanda de oficinas flex continuará aumentando, según el ranking elaborado por Savills en su informe Impacts, Flexible office space: now and next. Barcelona ha obtenido el puesto 11 y Madrid el 15, tras analizar los factores que están motivando la recuperación de la contratación en este tipo de espacios en distintos mercados globales. A nivel mundial, Londres, Bombay y Ámsterdam ocupan las primeras posiciones del ranking, seguidas por Nueva York y París.
El análisis tiene en cuenta el grado de innovación y atractivo para el talento, la inversión en capital riesgo, el nivel educativo y la actitud hacia el trabajo flexible. El ranking también considera las características de los mercados de oficinas en cada ciudad, la dinámica entre la oferta y la demanda, la duración media de los contratos de arrendamiento y las previsiones de crecimiento del sector servicios en cada mercado, principal usuario de espacio flexible junto al sector tech.
Según datos presentados en colaboración con Workthere, la plataforma de búsqueda de coworkings y espacio flex de Savills, la demanda de oficinas flexibles en Europa ya ha recuperado los niveles previos a la pandemia y ha alcanzado los 193.000 metros cuadrados durante el primer semestre de 2022, representando el 5 % de la contratación total de oficinas en las ciudades europeas. La recuperación se ha reflejado tanto en la ocupación de espacios privados como en la de espacios compartidos, que actualmente registran niveles de ocupación prepandemia, del 81,2 %, y del 69%, respectivamente.
Los expertos de Savills esperan que la ocupación de oficinas flexibles en Europa representará el 5% del total en 2023, el 6% en 2024 y supondrá el 20% del stock de oficinas en los próximos 10 años. Este porcentaje podría variar según la ubicación y la cultura de trabajo, teniendo en cuenta la amplia definición de lo que se considera flexible.
La consultora señala que el aumento de la demanda ha sido impulsado por la adaptación de las compañías a nuevos modelos de trabajo, así como también por la búsqueda de espacio para trabajar fuera de casa. Según Savills, la demanda de espacio flexible seguirá siendo fuerte, sobre todo en un entorno de incertidumbre y cambios estructurales.
El hecho de que los espacios cumplan con los nuevos criterios medioambientales es otro factor clave para la modalidad flex, ya que, en muchas ciudades, sobre todo en Europa, se han asumido importantes compromisos para reducir las emisiones. Las empresas que no cumplan los criterios normativos y no encuentren espacio de calidad para acatar los plazos, pueden optar por espacios en oficinas flexibles.
La previsión de aumento de la demanda se refleja por una parte en la contratación de espacio por parte de operadores de flex space, que en Barcelona en el primer semestre de 2022 ha alcanzado casi 19.000 m2 y más de 14.000 m2 en Madrid, y por otra, en el incremento del cada vez mayor nivel de análisis por parte de los propietarios para incluir en sus edificios una proporción de espacio flex con servicios para captar este tipo demanda.
Según David García de Jaén, director nacional de Savills Flex en España, “Barcelona y Madrid están avanzando en este modelo de explotación por parte de los propietarios y la absorción de los puestos es muy rápida en determinadas ubicaciones. Las oficinas flex aportan valor al activo al integrar este formato en la estrategia inmobiliaria, mejorar la experiencia del usuario y conseguir una palanca clave para la comercialización de superficie en el modelo de alquiler tradicional”.
La consultora apunta que se aprecian variaciones en el perfil de las empresas demandantes. A nivel global, las del tipo scaleups, entre 21 y 100 empleados, y las compañías de más de 100 empleados representan ya el 42 % de la demanda, lo que supone un aumento del 37 % con respecto a 2021. Mientras, en España, la distribución de la demanda por tamaño de las empresas se sigue repartiendo mayoritariamente entre startups y empresas de hasta 20 empleados, si bien las compañías con más de 100 empleados representan ya el 28 %, según los datos de Workthere.