El 2022 toca a su fin y los principales players y organismos de la industria inmobiliaria hacen balance de lo que ha dado de sí el ejercicio y sobre cómo ha lidiado el sector con la coyuntura macroeconómica y política de los últimos doce meses.
En este sentido, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España se hace una lectura “muy positiva” de la evolución del mercado de la vivienda en España y se subraya “la capacidad resiliente de un sector que ha vuelto a ser uno de los principales motores de la economía de nuestro país”.
“Si bien empezamos el año con la incertidumbre postpandemia, que se agravó con la guerra de Ucrania, el incremento de los costes energéticos para las familias y empresas, una la inflación disparada y la subida de tipos de interés, el mercado se ha mantenido dentro de unos parámetros de estabilidad. Tras un primer semestre de subidas, los precios se están conteniendo sin producirse bajadas significativas”, destacan desde el organismo oficial.
Tal y como indica el Consejo General, los plazos de venta sí se están empezando a alargar, un cambio de tendencia que consideran “lógico” debido a los periodos excesivamente cortos que se venían registrando durante los últimos años, lo que aumentaba el riesgo de una nueva ‘burbuja’ inmobiliaria que ya se está diluyendo. “A pesar de todo lo ocurrido en un mercado tan sensible a factores externos como es el inmobiliario, este se ha mantenido firme, aunque se empieza a atisbar un posible cambio de ciclo para los siguientes años”, aseguran.
“Leve estancamiento” en el primer semestre de 2023
El Consejo General de los COAPI de España prevé un “leve estancamiento” durante el primer semestre del año debido al alargamiento del tiempo medio por operación y la mayor dificultad de la obtención de financiación para los perfiles medios y bajos. “Este estancamiento es habitual cuando el mercado de vendedores aún no se ha adaptado al mantenimiento de precios y sigue con su ‘carta a los Reyes Magos’ esperando que sigan subiendo”, avisan.
No obstante, desde la entidad vaticinan que durante los primeros meses del 2023 “se seguirán vendiendo viviendas con cierta facilidad siempre que sus propietarios se vayan adaptando al mencionado estancamiento de precios”. “Pasados esos primeros meses, el mercado volverá a una relativa normalidad y se producirá un repunte en las operaciones, pues la demanda sigue existiendo y necesita comprar vivienda”.
Según las previsiones de la organización, el mercado que sufrirá más será el más sensible a las hipotecas, que es el formado por los perfiles de compradores con capacidad de compra media o baja, sin apenas posibilidad de ahorro y necesidad de financiación alta. “El encarecimiento de los tipos de interés, unido a la ‘vuelta de tuerca’ de la banca por criterios de riesgo, puede hacer que esa tipología de viviendas sí sufra una bajada de precio por la reducción de la demanda real y un aumento del periodo medio de venta pese a las posibles bajadas de precio”.
En resumen, desde el principal organismo oficial de representación de los agentes inmobiliarios en España se espera un primer semestre de 2023 con menos operaciones en un periodo de adaptación del mercado, con una mayor diferenciación entre el mercado “premium” y el de “gran público”. La estabilidad volvería en el segundo semestre, incluyendo cierta “adaptación de precios” de la mano de un aumento del periodo de venta en casi todos los casos.