La reducción del impacto medioambiental provocado por el sector de la construcción y la edificación es uno de los principales compromisos de la Unión Europea y, como tal, su consecución se recoge en diversas normativas. Desde el Acuerdo de París, que plantea la descarbonización del sector de la construcción en 2050, hasta los objetivos de reducción de emisiones del Pacto Verde Europeo para 2030 o los 9 Objetivos de Desarrollo Sostenible a los que afecta directamente, según Naciones Unidas.
Desde TÜV SÜD, compañía líder internacional en soluciones de alta calidad, sostenibilidad y seguridad, afirman que el impacto global del sector es responsable del 35% de las emisiones contaminantes y de generación de residuos, así como del consumo del 40% de energía, el 30% del agua y el 25% de los desplazamientos. Por tanto, la construcción, diseño y operación de edificios sostenibles son procesos especialmente significativos para aumentar el bienestar, la salud y el rendimiento de sus ocupantes. “De hecho, la certificación sostenible de edificios puede llegar a suponer un ahorro del consumo energético y emisiones de hasta el 35%, así como un aumento de hasta el 7% sobre el valor del inmueble, lo que mejora su competitividad en el mercado inmobiliario”, explica José García Vázquez, consultor de Sostenibilidad de TÜV SÜD España.
Para cuantificar y analizar la sostenibilidad de un edificio existen en España principalmente cinco sistemas de certificación de sostenibilidad reconocidos y utilizados internacionalmente, “procedimientos de carácter voluntario auditados por entidades privadas e independientes. Antes de solicitar uno de ellos conviene tener en cuenta la tipología del edificio (obra nueva, reforma o en uso), el uso (residencial, hotelero, oficinas, comercial, etc.) y el presupuesto, así como otros condicionantes como el mercado al que se dirige (nacional o extranjero) o el aspecto de la sostenibilidad en el que más se quiere incidir (social, económico o medioambiental). Solo así podemos predefinir nuestros objetivos y, más concretamente, la repercusión y puntuación que queremos alcanzar”, añade el experto. Teniendo esto en cuenta, podemos optar a:
- BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method): originario de Reino Unido, este sistema es uno de los esquemas de certificación voluntaria más comunes e internacionalmente reconocidos para la sostenibilidad en edificios. En España, BREEAM ha desarrollado una versión adaptada para la normativa y características del mercado y la industria españolas, BREEAM ES. Estas certificaciones se llevan a cabo para evaluar el rendimiento de los edificios en una amplia gama de criterios, como la gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, usos del suelo y ecología, contaminación e innovación.
- LEED (Leadership in Energy and Environmental Design): fue desarrollado en Estado Unidos en 1993 por el US Green Building Council (USGBC) y desde entonces se ha convertido en un sello utilizado y reconocido en todo el mundo. LEED requiere pruebas objetivas para justificar el cumplimiento de requisitos específicos en las áreas de sostenibilidad del emplazamiento, eficiencia del uso de agua, calidad del ambiente interior, eficiencia energética y materiales sostenibles.
- DGNB (Deutsche Gesellschaft für Nachhaltiges Bauen): el sistema DGNB, originario de Alemania, es una metodología de planeamiento y optimización para la evaluación de edificios, desarrollada por DGNB (German Sustainable Building Council) en 2009. En España, BGNB ha desarrollado una versión adaptada para la normativa y características del mercado y la industria españolas, DGNB System ES. Esta certificación presenta un perfecto equilibrio entre los tres aspectos fundamentales de la sostenibilidad: social, medioambiental y económico.
- VERDE (Valoración de Eficiencia de Referencia de Edificios): el sistema VERDE es una herramienta creada por el GBC España en 2009 y que tiene como objetivo evaluar la sostenibilidad de los edificios usando como hilo conductor y base de la metodología el análisis de ciclo de vida. VERDE se basa en las normas UNE 15643-2, UNE 15643-3 y UNE 15643-4 para definir el marco de evaluación de los comportamientos ambiental, social y económico respectivamente. Sus áreas de análisis tienen en cuenta desde la parcela y emplazamiento, hasta la energía y atmósfera, los recursos naturales, el ambiente interior, aspectos sociales y la calidad de la edificación.
- WELL. La certificación WELL es un sistema de evaluación voluntario e impulsado por las necesidades del mercado que fue fundado por Delos en 2014, el pionero del Wellness Real EstateTM. WELL tiene como objetivo transformar nuestros hogares, oficinas, colegios y otros entornos mediante el enfoque en la salud y bienestar en el centro de todas las decisiones de diseño/construcción. La metodología WELL Building Standard® es el resultado de siete años de investigación médica y desarrollo de grupos de trabajo formado por técnicos que unen su experiencia en el campo de la salud y bienestar. Este esquema es dirigido por medio del Instituto Internacional de Bienestar (International Well Building Institute, IWBI).
En definitiva, “cualquiera de estos sellos es la vía adecuada para garantizar y acreditar el impacto de las estrategias empleadas. En términos de implantación y reputación a nivel internacional, LEED y BREEAM se disputan el trono a partes iguales, destacando BREEAM en sector Residencial y LEED en Oficinas. Por su parte, VERDE se afianza como la apuesta nacional, basada en normativa española, apostando por la economía circular y ofreciendo precios competitivos; DGNB ES acaba de entrar en el mercado nacional, ofreciendo el rigor y trayectoria de DGNB internacional, un sello más equilibrado; y WELL se mantiene como la opción que se centra casi al 100% en la salud y bienestar de los ocupantes”, concluye García.