El Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España analiza las estadísticas arrojadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la firma de hipotecas correspondiente al mes de agosto del 2020, enlazándola con la evolución de los meses inmediatos anteriores.
Lola Alcover, secretaria del Consejo General remarca los siguientes datos comparativos, dentro del contexto de las incidencias de la pandemia sobre la economía española, y realiza estas valoraciones:
Pese a que los índices que figuran en sus titulares El número de hipotecas sobre viviendas baja un (27’6 -mayo-, 12’7 -junio-, 23’0 -julio-, y 3’4 -agosto-) % en tasa interanual, se hace preciso la lectura más detenida para encontrar conclusiones más completas -más de conjunto- para, puestas en contexto, poder hacer previsiones razonables.
Alcover destaca cuatro cuestiones:
1ª.- “El índice del mes de agosto (último en las estadísticas publicadas) arroja una muy sensible recuperación en cuanto a las cifras de hipotecas que se han realizado, apuntando un inicio en el cierre de la brecha abierta”.
2ª.- “Las tasas mensuales del número de hipotecas sobre viviendas muestran una respuesta ágil del mercado a la salida del confinamiento, periodo durante el cual eran más que previsibles descensos en el número de operaciones”.
3ª.- “El importe medio de las hipotecas presenta un continuo y discreto incremento (con un total de un 5’3 % para los últimos seis meses); muestra de la estabilidad y madurez del mercado”.
4ª.- “Los tipos de interés aplicados se mantiene estable en los últimos 16 meses, al menos (con mínimas variaciones en el entorno del 2’5 %); signo claro de la confianza que al sector financiero tiene en nuestro mercado”.
Alcover aclara que, al margen de esta valoración, “todas estas referencias tendrán que ser contrastadas con los futuros datos que ofrezca el mercado una vez que se coteje el impacto que pueda suponer la segunda ola de la Covid19”.
Y concluye: “Aun así, hay que resaltar que la condición de la vivienda como bien de primera necesidad le otorga al mercado inmobiliario las características de agilidad, estabilidad y madurez. La proyección temporal de este hecho sobre diferentes posibles futuros a corto plazo -algunos de ellos muy críticos- merece una visión razonablemente tranquilizadora”.