ep. La contratación de oficinas en Madrid retrocedió un 23% en los tres primeros meses del año respecto al mismo periodo del año anterior, aunque en Barcelona se disparó un 55% en este primer trimestre del año a pesar de la evolución de la pandemia de coronavirus.
Según las estimaciones realizadas por CBRE, en la capital se contrataron en torno a 82.500 metros cuadrados, frente a los 108.000 metros del año anterior, mientras que Barcelona alcanzó los 70.000 metros cuadrados, en contraste con los 45.000 metros del primer trimestre de 2020.
Estas cifras permiten al sector ser «moderadamente optimista» en el arranque de año, en un momento en el que las empresas optan por ampliar la duración de sus contratos por uno o dos años más a la espera de tener mayor visibilidad sobre sus necesidades futuras de espacio.
«La pandemia parece haber generado un atasco de decisiones en las empresas, que están buscando la forma de adaptar sus oficinas a un modelo más flexible (combinando el trabajo en la oficina y fuera de ella), analizando si su actual diseño se ajusta a este nuevo modelo», explica la directora de Research de Cbre España, Lola Martínez.
Aunque la tendencia de contratación sea positiva, la cautela por parte de los inquilinos de las oficinas a la hora de tomar decisiones y el aumento progresivo del espacio en oferta de traduce en un ligero descenso de las rentas ‘prime’, situada ahora en 35,50 euros el metro cuadrados al mes en el distrito financiero de Madrid y en 27,50 euros en el de Barcelona.
«Lo que sí parece claro es que las empresas van a focalizarse aún más que antes si cabe en los edificios que ofrezcan los estándares más altos de calidad, donde preservar tanto la salud de los usuarios como la del medio ambiente son prioridad», añade el director nacional de Office Leasing de CBRE España, Jose Mittelbrum.