En el comienzo de la crisis, las comunidades de vecinos han sido de las más afectadas, sobre todo por el incremento de los materiales de limpieza y desinfección dentro de los edificios, y en la zonas comunes una vez se volvieron a utilizar.
En este contexto, la pandemia ha generado sobrecostes importantes que incluyen materiales desinfectantes, uso de mochilas pulverizadoras, geles dosificadores para pisos, alfombrillas desinfectantes, papelería informativa, toallas de papel individuales y cubos de basura para el material desechable.
“La situación laboral de muchos propietarios ha cambiado, lo que ha causado un aumento de la morosidad en las comunidades que alcanza hasta en 40%.”, afirma Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices y socia fundadora de Fincas Blanco. Y agrega: “nuestro rol como administradores de fincas ha sido fundamental para ayudar a mantener la calma dentro de las situaciones de morosidad casi extremas”.
No es la primera vez que una crisis social, que se traslada también a lo económico, ha hecho estragos en los impagos, solo que esta vez se ha dado de forma repentina, como así también se han manifestado los ERTE, el desempleo y los despidos generalizados.
Tal y como había previsto el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas en el pasado mes de junio, el aumento llegó al 40% de los impagos de las cuotas en las comunidades de propietarios de todo el país.
“Estamos ante una situación que pocas veces hemos visto, y que solo se asemeja con la Gran Recesión, aunque en estos tiempos se ha dado de golpe, sin previo aviso, y con pocas ayudas por parte del Estado”, finaliza Blanco.
¿Cómo será la economía de las comunidades de propietarios de cara al 2021?
Si bien la situación económica es complicada a nivel global, los administradores de fincas han trabajado en conjunto con las juntas de vecinos para tratar situaciones excepcionales y buscar la mejor manera de reducir los costes de cara al 2021.
“Sin duda este año dejará consecuencias a largo plazo, pero estaremos preparados para que no colapse la economía de las comunidades de propietarios”, afirma Mercedes Blanco. Y agrega: “Nos enfocaremos en resolver los problemas que realmente requieran rapidez, y dejaremos otros menos urgentes para más adelante, como el arreglo de fachadas, tejados y pintura”.
Cuando se acuerde la realización de obras que requieran un gasto que exceda el importe de tres mensualidades de la cuota de la comunidad para los gastos comunes, los propietarios que se opongan a la medida podrán impugnar la decisión de la junta y dejarán de estar obligados al pago de las cuotas que les correspondan.
Con respecto a la morosidad, y según los datos oficiales del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAE), antes de la pandemia, el 35% de las fincas tenía algún deudor entre sus filas. “A partir de ahora, se da por descontado que esta cifra supera el 40%”.
“Más allá de lo que se espera en torno a la morosidad, estamos convencidos que podremos recuperarnos al comenzar el año, alcanzando una mayor cantidad de pagos por parte de los propietarios”, comenta Mercedes Blanco. Y finaliza: “entendemos que hay gastos que debemos evitar, otros que debemos rever y otros que se mantendrán, pero solo los que se conviertan en urgentes para mejorar la calidad de vida de los propietarios”.