EP. Madrid. 10/04/2013
El efecto de la dación en pago universal y retroactiva triplicaría la actual tasa de morosidad hipotecaria, que se situaría entre el 8% y el 10%, frente al 3,5% actual, según un artículo publicado en el último ‘Cuadernos de Información Económica’ de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
El estudio, firmado por María Romero, de Analistas Financieros Internacionales, calcula también que el número de hipotecas cuyo importe ya supera el valor de la vivienda asciende a medio millón y, por tanto, el porcentaje de hogares susceptibles de acogerse a la dación en pago oscilaría entre el 3,5% y el 4,6% del total de familias hipotecadas.
Además, el artículo subraya que las consecuencias de esta medida para el mercado hipotecario sería un aumento del número de viviendas acumuladas en los balances de las entidades financieras, lo que supondría una reducción de sus resultados dado que tendrían que incrementar sus provisiones, y un endurecimiento de las condiciones crediticias a las familias, lo que podría dificultar el acceso al crédito y la compra de vivienda.
También indica que el número de familias con especiales dificultades que podrán acogerse a la moratoria de dos años en los desahucios que aprobó el Gobierno el pasado mes de noviembre alcanzará sólo a 157.000 hogares, el 0,9% del total, que serán los únicos que cumplirán todos los requisitos: nivel de ingresos, que hayan sufrido en los últimos cuatro años una alteración significativa de sus circunstancias económicas, que la cuota hipotecaria suponga más del 50% de sus ingresos y que se trate de un crédito que afecte a la única vivienda en propiedad.
El «stock» de viviendas tardará 13 años en liquidarse
En otro artículo publicado por Funcas, sus autores María Arrazola, José de Hevia, Desiderio Romero-Jordán y José Féliz Sanz, estiman que el ‘stock’ actual de vivienda tardará en torno a 13 años en liquidarse, por lo que estiman que el plazo de 15 años establecido por la Sareb para vender las 89.000 viviendas que ha asumido de las entidades financieras, es «suficiente» para cumplir sus objetivos.
Además, señalan que existen factores que pueden acelerar la recuperación del sector inmobiliario, como un incremento de la demanda por parte de extranjeros o fondos de inversión, atraídos por los «bajos precios».
Por último, en el artículo de Santiago Carbó y Francisco Rodríguez se analiza la situación del mercado hipotecario español. Así, apuntan que la deuda hipotecaria representa el 64% del PIB, la cuarta mayor de Europa, si bien la morosidad hipotecaria se mantiene relativamente baja, en el 3,5%, sobre todo el comparación con la mora total, que asciende al 10,4%.
Según los autores, tres razones explican esta situación: el relativamente bajo importe de las hipotecas respecto al valor de la vivienda (un 62%), el menor nivel de desempleo entre los titulares de créditos hipotecarios (entre un 7% y un 9%) y la reducción de los tipos de interés.
Sin embargo, afirman que también se identifican «amenazas» que pueden deteriorar la situación a medio plazo, en particular un «alto nivel de paro» y una hipotética subida de tipos de interés.