El sector inmobiliario de Madrid encara su último trimestre en medio de una recuperación lenta, con muchos interrogantes en el horizonte y en el que el ritmo del mercado residencial irá de la mano de la evolución de los precios. En este sentido, según los datos de BARNES Madrid, la demanda inmobiliaria de Madrid espera bajadas del 20% antes de comprar mientras los propietarios sí que se plantean un escenario de rebajas de precios, especialmente en casos de residencia principal o de necesidad de liquidez a corto plazo. De hecho, las operaciones realizadas en septiembre ya se han cerrado con negociaciones a la baja del 10-15%.
Y eso que el mercado premium de la ciudad es cada día más asequible en un momento en el que el ‘techo’ del está en los 8.000 €/m2. La mayor parte de la demanda es nacional y cuenta con presupuestos más reducidos que el comprador internacional, que en los últimos años había tenido un papel muy relevante por la llegada masiva de latinoamericanos. Así pues, el comprador español busca propiedades a partir de los 500.000 euros y hasta el millón.
La vivienda media en el mercado de alta gama se busca como residencia principal, tiene alrededor de 150m2, 3 habitaciones, 2 baños y zonas exteriores. Los distritos de Salamanca y Chamberí siguen siendo la ubicación preferida de los compradores por la calidad del parque de viviendas, su tranquilidad y su seguridad. Si bien se prefieren viviendas reformadas o en buen estado, la demanda no descarta adquirir inmuebles a reformar siempre que se realicen rebajas notables en el precio de venta.
“Estamos en un momento de transición en el que ambas partes del mercado están analizando sus necesidades y capacidades. Habrá que prestar especial atención a la oferta, pues de la bajada de precios depende la aceleración de las compraventas. Por otra parte, Madrid sigue siendo una de las plazas más interesantes para la inversión inmobiliaria, pero el inversor nacional busca precios muy competitivos y el internacional es cauto y está en una posición de ‘wait and see’, por lo que todavía no se han producido muchas operaciones de este tipo”, subraya Christophe Chevallier, director de BARNES Madrid.
El desequilibrio entre la oferta y la demanda y la drástica caída del PIB nacional han imposibilitado que el precio de la vivienda se mantenga una vez que el mercado ha vuelto a reactivarse tras el confinamiento. Así pues, la recuperación de las operaciones y de los precios de la vivienda irá ligada a la evolución de la pandemia, cuyo control no se espera hasta finales de 2021.
El alquiler de lujo se consolida en la ‘nueva normalidad’
Si hay un segmento que ha ganado peso en este contexto de crisis, es el del alquiler. Y es que hasta finales de año en la ciudad de Madrid van a haber más y mejores oportunidades en el mercado de alquiler que en el de compraventa debido a su mayor dinamismo. La demanda tiene necesidades que en estos momentos son más fáciles de resolver mediante un arrendamiento y menos comprometidas que la adquisición de un inmueble. En la capital existe una demanda estable que solicita características cada vez más concretas en lo que respecta a ubicación, superficie, elementos exteriores y estacionamiento.
En este sentido, el precio medio en el segmento de alquiler de lujo de Madrid está fijado en torno a los 3.000 euros al mes en el caso de un piso de 150m2, y los 7.000 euros de un chalé de 350m2. El precio por metro cuadrado oscila entre los 20 y 30 euros mensuales, en función de la ubicación de la vivienda, su estado y si dispone de elementos como terraza, jardín o vistas. Por zonas, Chamberí, El Viso, Salamanca, Lavapiés, Justicia, Malasaña y La Moraleja aglutinan la mayor parte de la oferta disponible en el segmento de alquiler de alta gama.