La demanda de vivienda de segunda residencia se ha reducido este año hasta el 9%, manteniendo la tendencia a la baja que se inició en 2017, cuando este porcentaje alcanzó el 12%, según estudio de Fotocasa sobre el perfil del comprador de segunda residencia.
El informe pone de manifiesto que los interesados en una segunda residencia buscan más en el mercado del alquiler (60%) que en el de propiedad (40%), y suponen el 10% de los demandantes en alquiler y el 9% de los demandantes en compraventa.
Fotocasa señala que no existe un perfil de demandante de segunda residencia, porque existen diferencias significativas entre los que buscan casas de vacaciones para alquilar y los que quieren adquirirlas en propiedad.
Los que compran o intentan comprar una segunda residencia tienden a tener un perfil de más edad y un nivel socioeconómico superior, mientras que entre los que alquilan o intentan alquilar hay un menor porcentaje de personas que viven en pareja y tienen más protagonismo los niveles intermedios en términos socioeconómicos.
Según Fotocasa, la edad media de quienes quieren comprar una vivienda de vacaciones es de 45 años, frente a los 34 años de media de los que prefieren alquilar. «Este dato, sin embargo, conviene tomarlo con cierta cautela: hay señales, como el alto porcentaje de demandantes de segunda residencia de alquiler que dice vivir con sus padres, que apuntan a que en el arrendamiento hay muchos jóvenes encuestados que distorsionan los resultados con respuestas no directamente vinculadas al hecho de alquilar una vivienda de vacaciones», precisa el portal inmobiliario.
CUATRO DE CADA DIEZ COMPRADORES SE PLANTEA ALQUILAR DESPUÉS
Los compradores valoran el precio con una importancia media de 8,4 puntos y los inquilinos de 8,3. La mitad de los demandantes en propiedad y un tercio de los que buscan segundas residencias para alquilar lo hacen en una provincia diferente a la de su residencia habitual.
Además, según Fotocasa, los compradores de segunda residencia consideran que la vivienda es una buena inversión y que compensa más que alquilar. De hecho, para cuatro de cada diez la puesta en alquiler de la vivienda es una alternativa. Concretamente, el 25% se plantea esta opción para alquiler vacacional o estancias cortas y un 12% apuesta por el de larga duración.
Cuando se decide dar el paso de poner en alquiler la vivienda, la mitad lo hace porque lo considera rentable y un tercio para aliviar la carga económica que supone la hipoteca de este inmueble. Un 16% invierte en segunda residencia con el objetivo de venderla en un futuro si el mercado le resulta favorable.
No obstante, el 63% de los demandantes de una segunda residencia en propiedad prefiere no alquilarla posteriormente por el temor a que los inquilinos estropeen la vivienda o no paguen la renta.
El 43% de los compradores afirma que una vivienda de segunda residencia da una rentabilidad que no ofrece ningún otro producto financiero. Hasta un 63% de los que llegaron a adquirir un inmueble se planteó la posibilidad de comprar una vivienda de obra nueva, aunque sólo un 23% de ellos terminó haciéndolo y el 77% terminó en el mercado de segunda mano.