Cuando quedan justo dos meses para las elecciones municipales de Barcelona, el sector inmobiliario en general, y donpiso en particular, siguen muy de cerca la regulación del mercado por parte de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona en un contexto inflacionista que repercute de manera directa en el coste de la vida y de la financiación y, por ende, en la fluctuación entre oferta y demanda, que acaba determinando el precio medio de compra y alquiler de residencias.
Como una de las empresas con mayor historia e implantación del sector inmobiliario de Barcelona desde que fuera fundada en la propia Ciudad Condal en 1984, donpiso es una de las principales compañías de intermediación inmobiliaria de la ciudad y tiene mucho que decir en lo que respecta a la gestión de su mercado inmobiliario, en el que opera con un total de 13 oficinas y cientos de agentes inmobiliarios.
Así pues, en este contexto prelectoral, la inmobiliaria solicita a las diferentes fuerzas políticas que se citarán en las urnas el 28 de mayo que incluyan en su plan de ruta “una revisión profunda de la política de vivienda en Barcelona”. Así lo reclama Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, quien recuerda que “el Ayuntamiento debe ser un aliado del sector inmobiliario para su crecimiento, no un enemigo ni una amenaza a su estabilidad y consciente de que la actividad inmobiliaria genera empleo y crecimiento económico”.
Más obra nueva y mejor acceso a la financiación de los jóvenes
El directivo incide en que “hacen falta medidas claras, concretas y bien diseñadas” para solventar las principales problemáticas del sector inmobiliario de la ciudad en estos momentos.
“Desde el gobierno municipal se debe impulsar una regulación efectiva en lo que respecta a la promoción de viviendas para aumentar la oferta de obra nueva. La tensión de los precios del mercado inmobiliario de Barcelona no sólo tiene su origen en la elevada demanda residencial de la ciudad, sino en el estancamiento de la oferta. En este sentido, el Ayuntamiento tiene disponibilidad de suelo para edificar, por lo que debe ser el primero en promover la construcción de nuevas viviendas sociales para los segmentos vulnerables. Además, ya hace tiempo que decimos que facilitar la conversión de locales comerciales a viviendas es una medida que aumentaría la oferta disponible”, asegura Bermúdez.
Por otra parte, el subdirector general de donpiso avisa que, si es difícil acceder al mercado de la vivienda, es porque “los jóvenes no tienen ahorros o liquidez suficientes para dar una entrada”. “Con el salario medio juvenil no es factible que una persona de menos de 35 años haya podido reunir capital suficiente como para comprar un piso por sí mismo. Se debe fomentar un mejor y más fácil acceso a la financiación bancaria por parte de los jóvenes. Las políticas de subvención directa son contraproducentes, pues acaban repercutiendo en un aumento de los precios”, avisa el experto.
Alquiler: más vivienda social y menos intervencionismo
Según la Cambra de la Propietat, el precio medio del alquiler en Barcelona en 2022ya pasó la barrera de los 1.000 euros, unas cifras que según el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona (O-HB) del 2021, afectan al 38,5% del parque inmobiliario de la ciudad, pues es la fórmula residencial escogida por unas 720.000 personas.
“El Ayuntamiento lleva años tratando de presionar públicamente a los propietarios privados de un problema de índole pública y social. No se puede limitar el precio de los alquileres, pues los propietarios retiran sus viviendas del mercado y el precio medio sube, precisamente el efecto contrario al deseado. Además, según el O-HB, el 64% de las viviendas de alquiler de Barcelona son de pequeños particulares. Del 36% restante que pertenece a grandes tenedores, el 12,3% es propiedad de la propia Administración Pública”, lamenta Bermúdez.
La okupación, una lacra económica y social para Barcelona
Emiliano Bermúdez lo tiene claro: “Una gran capital europea como Barcelona no puede permitirse una lacra económica y social como la okupación. Tenemos la ciudad con más ocupaciones ilegales con mucha diferencia. En la provincia de Barcelona se registran el 32% del total de ocupaciones de toda España, y no es casualidad. La permisividad y la tolerancia hacia estos grupos criminales nos ha llevado a una situación intolerable y que para muchos pequeños propietarios es dramática y muy difícil de resolver”.
Y es que, de las 8.857 denuncias por ocupación de inmuebles registradas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante el primer semestre de 2022, el 42% (3.770 ocupaciones) tuvieron lugar en Cataluña, con la provincia de Barcelona a la cabeza, donde se contabilizaron 2.838, más del triple que en Madrid, con 813.