La mediación profesional cada vez ocupa un papel más importante en el alquiler, según el análisis presentado por ARRENTA. “La mediación especializada que facilitamos permite solucionar un alto porcentaje de conflictos entre las partes, que sin esa gestión adecuada pueden enquistarse y llegar a provocar un largo proceso de desahucio”, según explica Mercedes Robles, Directora General de ARRENTA.
El porcentaje de éxito de la mediación de ARRENTA ya es del 30 por ciento. Es decir, son expedientes de reclamaciones que se abren y no llegan a ir al juzgado por la mediación profesional entre las partes realizada por ARRENTA. Un porcentaje que espera seguir aumentando a lo largo de 2024, según la ejecutiva de ARRENTA.
“El 75 por ciento de los problemas que surgen entre propietarios e inquilinos pueden solucionarse y debe de trabajarse al máximo para conseguirlo”, indica Mercedes Robles. Así todos salen beneficiados y evitamos seguir colapsando la Justicia. Sólo el 25 por ciento de conflictos restante se deben a que el inquilino haya dejado de tener ingresos para pagar la mensualidad. Un porcentaje que ARRENTA sigue reduciendo en la medida de que su scoring o procesos de selección de inquilinos son muy afinados.
Perfil de la conflictividad del alquiler de ARRENTA
Los principales conflictos que se producen entre propietarios e inquilinos, según ARRENTA, son, por este orden:
· Deterioro de la vivienda. Roturas de electrodomésticos, equipos eléctricos, de gas, calefacciones, cristalería y carpintería, humedades, roturas con causas atmosféricas como tormentas, deterioro en zonas comunes, jardines o piscinas, etc
· Temas vecinales. Ruidos y molestias, ocupación de plazas de garaje, uso de zonas comunes, humedades o roturas causadas por los vecinos, etc.
· Relacionados con mascotas. Meter a una mascota en la vivienda cuando no se ha contemplado en el contrato, molestias que causa la mascota al vecindario, deterioro de la vivienda causado por la mascota, etc.
· Falta de entendimiento respecto a las cláusulas del contrato. Realizar reformas en el inmueble que no están recogidos en el contrato. Incluir a más personas en la vivienda, cobrarles por ello y hacerlo de forma irregular. Etc.