2020 será recordado como el ‘año COVID’ por ser el primero y más determinante en la evolución de la pandemia del coronavirus. Su efecto en el sector inmobiliario fue evidente, algo que queda reflejado en el análisis permanente que el portal inmobiliario pisos.com lleva a cabo para ofrecer informes que reflejen de manera fidedigna la realidad del mercado residencial español. En este contexto, el segmento del alquiler de viviendas fue uno de los que mayor impacto registró por los efectos de la crisis en la oferta, pero sobre todo, en la demanda, lo que dificultó el acceso a este mercado.
El salario bruto anual en España alcanzó los 22.837 euros en 2020, según la última Encuesta Anual de Coste Laboral (EACL), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone un salario medio bruto mensual de 1.903 euros, lo que significa un descenso del 2,6% respecto al 2019, año previo al inicio de la pandemia, cuando se alcanzaron los 1.954 euros brutos al mes.
Teniendo en cuenta que el precio medio del alquiler en España a cierre de 2020 era de 980 euros al mes, el coste del alquiler representó el pasado año el 51,5% de los ingresos brutos mensuales de los arrendatarios, mientras que, en 2019, cuando el precio del alquiler era de 966 euros a cierre de año, el porcentaje que representaba el pago del alquiler sobre el salario bruto de los españoles era del 49,4%, más de dos puntos porcentuales menos.
Por comunidades autónomas, el coste del alquiler sobre el total de los ingresos brutos mensuales en 2020 fue el siguiente, en orden descendente: Baleares (82,8%), Madrid (69,6%), Catalunya (63,5%), Canarias (57,4%), Andalucía (53%), Comunitat Valenciana (50,3%), País Vasco (48,9%), Navarra (44,8%), Cantabria (40,9%), La Rioja (38,5%), Castilla y León (36,7%), Aragón (35,7%), Murcia (35,7%), Galicia (34,5%), Castilla-La Mancha (32%), Asturias (31,3%) y Extremadura (30,3%).
Ferran Font, director de Estudios del portal inmobiliario, subraya que “el precio de la vivienda en España registró a finales de 2019 una estabilización general tanto en venta como en alquiler. A inicios de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, ya estábamos en una tendencia descendente que fue algo acelerada por el impacto de la COVID-19 en el empuje de la demanda inmobiliaria”. “Lo que es evidente es que en algunas de las comunidades autónomas el porcentaje que representa el coste del alquiler sobre los ingresos totales brutos es demasiado alto, por lo que sigue haciéndose evidente la desproporción entre los salarios y el coste de la vivienda en gran parte de nuestro país”, subraya el experto.