El sector inmobiliario ha demostrado ser uno de los más resilientes durante la pandemia provocada por la COVID-19. En este contexto, los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la variación anual del índice de Precios de Vivienda (IPG) cifran en un 4,2% el incremento del precio de la vivienda en el tercer trimestre de 2021, porcentaje que no se daba desde el tercer trimestre de 2019.
A raíz de estos datos, en las últimas semanas, se ha barajado mediáticamente la posibilidad de que España se encuentre de nuevo ante una situación de inflación similar a la que se dio en el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Sin embargo, desde el Consejo General de COAPI de España asocian esta subida de los precios a dos cuestiones muy claras que están repercutiendo directamente en el conjunto del sector inmobiliario. “El sector de la construcción se encuentra falto de mano de obra, lo que repercute directamente en un aumento de los costes laborales. Además, el incremento del precio de las materias primas está provocando que también aumenten los gastos de producción” advierten desde la organización.
Así pues, la industria inmobiliaria se está enfrentando a dos problemáticas que han impactado directamente en su actividad. Por un lado, la llegada de una nueva generación de profesionales que exige a los empresarios una mayor retribución que la que se venía dando en los últimos años. A esto se ha sumado el incremento del precio a nivel internacional de materiales como la madera, el aluminio o el vidrio, lo que está repercutiendo directamente en el coste total de las obras.
En contraprestación, cabe destacar que España cuenta una solida demanda de viviendas por parte de los inversores. “Con la paulatina vuelta a la normalidad, el perfil extranjero está demostrando un creciente interés por las viviendas ubicadas en España. Además, también hace referencia al “incremento de inversores nacionales que han aprovechado la pandemia para ampliar sus ahorros y que ven en el sector inmobiliario un activo refugio en el que invertir” reconocen desde el Consejo.
Por estos motivos, el Consejo General de COAPI de España descarta la posibilidad de que España se encuentre ante un posible boom inmobiliario y asocian la leve subida de los precios al aumento de los costes y a la solidez de la demanda por parte de inversores. En cambio, si que reconocen que es posible que “las constructoras y promotoras con menos margen de maniobra podrán verse afectadas por la situación ya que, por el momento, son los que más están asumiendo el encarecimiento de las materias primas y de los gastos laborales”.