El mercado inmobiliario español mantiene un ritmo imparable incluso en verano. Según las previsiones de Trioteca, plataforma gratuita líder en la búsqueda y gestión de hipotecas digitales, 2025 podría cerrar con más de medio millón de hipotecas firmadas, una cifra inédita desde 2007 y 80.000 firmas más que las registradas en 2024. Solo en agosto, el número de nuevas hipotecas gestionadas por Trioteca aumentó un 32,5% respecto a julio, en gran parte, señalan, debido a la falta de vivienda disponible que ha reducido drásticamente los tiempos de decisión de compra.
Lo que también continúa creciendo es el precio de la vivienda. Según el último informe presentado por el Centro de Estudios de Trioteca (CET) correspondiente al mes de agosto, el valor medio de la vivienda hipotecada volvió a superar la barrera de los 300.000 euros por segunda vez en 2025, situándose en 326.000 euros, tras un leve respiro de julio. Se trata del registro más alto del año y muy por encima del nivel de enero (245.000 euros).
Ricard Garriga, CEO y cofundador de Trioteca, atribuye este encarecimiento a cómo los efectos de la regulación del alquiler han desplazado al mercado de la compraventa a numerosos ciudadanos: “Regular los precios del alquiler tenía un objetivo positivo para los inquilinos, pero el efecto real ha sido el contrario: hoy la oferta prácticamente ha desaparecido”. En Barcelona, indica el experto, solo hay 17 ofertas de pisos en alquiler de menos de 1.000 euros al mes con dos habitaciones, una cifra que en Madrid sube hasta las 98.
“Cada vez son más los clientes que consideran más accesible pagar una hipoteca que afrontar el coste de un alquiler. Aquellos que pueden asumir el pago inicial de un piso no lo dudan”, explica el cofundador de la Asociación Española de Brókeres Hipotecarios (AEBH).
Las hipotecas más baratas de Europa
Ante el encarecimiento de la vivienda, la segunda mano sigue concentrando la gran mayoría de operaciones: un 96,79% de las ventas en agosto frente al 3,21% de obra nueva, según la estadística del CET. En cuanto a la tipología de los préstamos, la hipoteca fija se mantiene como la opción favorita con un 89,9% del total, mientras que un 10,1% se decanta por la mixta, y la firma de hipoteca variable se encuentra completamente desaparecida.
El contexto hipotecario sigue siendo inusualmente favorable. En Trioteca, el tipo medio de las hipotecas fijas cerró en un 2,23%, mientras que las mixtas se situaron en el 1,76% en su tramo fijo inicial. El Euríbor, por su parte, se mantuvo estable en un 2,114%, apenas por encima de la media de julio.
Por su parte, el importe medio de las hipotecas solicitadas también creció en agosto, alcanzando los 225.000 euros, 13.000 euros más que en julio. Además, quienes renegociaron su préstamo variable por uno fijo en Trioteca lograron un ahorro mensual medio de 299 euros.
“España cuenta con las hipotecas fijas más baratas de Europa y a final de año veremos precios aún más competitivos”, señala Garriga. “Esto impulsa la demanda de compra mientras la oferta de vivienda sigue igual, acelerando el alza de los precios. Aun así, estamos muy lejos de una burbuja: hoy se firman 1.900 hipotecas al día frente a las 5.300 de la crisis anterior” calma el experto.
Necesidad de aliviar el mercado del alquiler
Para Gonzalo Bernardos, profesor titular de Economía en la Universidad de Barcelona y advisor de Trioteca, la solución para revertir los elevados precios del mercado pasa por incentivar la entrada de más viviendas al mercado de alquiler, tanto por parte de grandes como de pequeños propietarios. Sin embargo, Bernardos critica que las políticas del Gobierno han tenido el efecto contrario “provocando una reducción en la rentabilidad de los arrendadores y una pérdida de poder adquisitivo para los propietarios”.
Bernardos también advierte sobre un fenómeno creciente: la saturación de la demanda ha llevado a muchas agencias inmobiliarias a dejar de publicar sus ofertas en portales digitales. “No quieren que sus líneas telefónicas colapsen por el aluvión de interesados”, explica. En muchos casos, las agencias ya cuentan con listas de espera de potenciales inquilinos dispuestos a pagar el precio solicitado.
El economista concluye que las medidas gubernamentales no buscan aliviar la presión del mercado, sino que la agravan al reducir la oferta disponible, aumentando el riesgo para los inversores y disminuyendo la rentabilidad en términos reales. “Es una actuación incomprensible si realmente se pretende solucionar el problema del alquiler. Por eso, muchos sospechan que ese no es el verdadero objetivo del Ejecutivo”, sentencia.