Las empresas que intermedian entre acreedores y deudores en España están preparadas para afrontar el previsible aumento de la morosidad a lo largo del año, han afirmado diferentes líderes de empresas del sector durante la segunda jornada del 7º NPL Iberian Forum 2021, organizado por CMS Group, que cuenta con LEM Loan eMarket como media partner.
“Por cada disminución del 1 % del PIB, aumenta un 0,7 % la moratoria”, ha asegurado Antón Alfaya González, director de TDX-Equifax, quien ha opinado que herramientas como los ERTE o las moratorias “están durmiendo la morosidad, pero a medida que desaparezcan, esta aflorará”.
Las claves de esta buena preparación son una gran digitalización del sector durante los últimos años, el uso de herramientas como el Big Data o la concienciación del elemento humano para tratar el recobro, elementos que ya estaban en desarrollo, pero se han potenciado rápidamente tras la pandemia.
“El 90% de acuerdos cartera propia han sido de forma digital y los pagos online se ha duplicado” ha asegurado Francisco Álvarez, director de Strategic Transactions and Client Relations de KRUK, que ha añadido que el recobro digital tiene un índice de fallo “de tan sólo el 1 %”. Es un ritmo de digitalización que no estaría siendo secundado por la Administración de Justicia, según opina Alfonso Cabeza, CEO de Alariam: “Nos va a parar muchísimo, los concursos de acreedores han aumentado de 6.000 a 40.000 y se van a abrir sólo 17 juzgados mercantiles”.
Gracias a la buena preparación del sector del recobro, descartan que se repita una situación como la de la crisis de la deuda de 2011. “Los préstamos ahora son diferentes, están en PL, se ha financiado con cuidado”, ha afirmado el CEO de Multigestion Iberia, Jacques Llorens.
Este aumento de la moratoria supondrá también un reto para las empresas de recobro, que se enfrentarán a una situación anómala, con tres de cada cuatro personas afectadas por la pandemia y una de cada dos con dificultades para afrontar el pago de sus hipotecas, según datos facilitados por Francisco Álvarez.
Se trata de un recobro ético que “siempre ha estado presente”, según Alfonso Cabeza y que, gracias a la digitalización, ha opinado Jacques Llorens, “es hoy más flexible y permite cada vez más soluciones amistosas”.