El subarrendamiento de habitaciones está regulado en el artículo 8 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, que permite el subarrendamiento parcial (de habitaciones) pero prohíbe el subarrendamiento total de la vivienda.
Además, la legislación establece ciertos límites para que el subarrendamiento de habitaciones sea válido. Uno de los requisitos es que el arrendatario debe obtener el consentimiento previo, expreso y por escrito del arrendador, algo que, en la práctica, se otorga en muy raras ocasiones.
Con el fin de evitar la especulación, la Ley también estipula que el precio del subarrendamiento de las habitaciones no puede superar en ningún caso el precio del alquiler original de la vivienda.
Otro aspecto importante es que el derecho del subarrendatario a ocupar la habitación se extinguirá cuando termine el derecho del arrendatario principal sobre la vivienda.
Finalmente, cabe señalar que los subarrendamientos de habitaciones se rigen por las mismas normativas que regulan los arrendamientos de viviendas, siempre que las habitaciones subarrendadas sean destinadas a fines residenciales.
LAS CAUSAS DEL AUMENTO DEL SUBARRENDAMIENTO DE HABITACIONES
Según José Ramón Zurdo, abogado y CEO de la Agencia Negociadora del Alquiler, el aumento del subarrendamiento de habitaciones responde principalmente a dos causas:
- La necesidad de los arrendatarios para hacer frente a las altas rentas que deben pagar.
- La práctica de algunos arrendatarios, que ven en el subarrendamiento de habitaciones, un negocio u oportunidad para cubrir sus rentas y, en algunos casos, obtener ingresos adicionales que pueden incluso duplicar el monto que pagan.
LOS PROBLEMAS DERIVADOS DEL SUBARRENDAMIENTO DE HABITACIONES
Según el abogado de la Agencia Negociadora del Alquiler, dentro de los problemas que origina el subarrendamiento de habitaciones, podemos destacar los siguientes:
- La gran mayoría de los subarrendamientos de habitaciones, si no es que todos, se llevan a cabo sin el consentimiento ni conocimiento de los arrendadores, quienes desconocen tanto la identidad de los ocupantes de sus propiedades como el uso que se les da. En muchos casos, al no existir un control adecuado en la selección de los subarrendatarios, esto conlleva a la realización de actividades ilícitas, como la prostitución, dentro de las viviendas. Dicha situación suele ser difícil de detectar y comprobar, salvo por denuncias de vecinos o del personal de la finca.
- El subarrendamiento de habitaciones puede generar problemas administrativos o policiales, especialmente cuando los subarrendatarios no tienen la documentación necesaria para residir legalmente en España, ya que los arrendatarios suelen elegirlos sin ningún control o criterio.
- El subarrendamiento de habitaciones puede dar lugar a conflictos de convivencia, tanto entre los subarrendatarios entre sí, como entre estos y los arrendatarios, porque en muchas ocasiones, las personas que habitan la vivienda no se conocen y deben convivir en espacios reducidos, lo que puede derivar en altercados y amenazas.
- El subarrendamiento genera también problemas de impagos de rentas y suministros entre arrendatarios y subarrendatarios, lo que eventualmente puede repercutir en los arrendadores al enfrentar impagos de rentas.
- En algunos casos, el subarrendamiento de habitaciones genera problemas para los arrendadores cuando los subarrendatarios se quedan en la vivienda tras la finalización del contrato de arrendamiento del titular, sin tener ningún título legal para ocuparla.
- El subarrendamiento de habitaciones da lugar a la generación de dinero «B», que no se declara, lo que implica problemas fiscales para los intervinientes.
- Por último, el subarrendamiento de habitaciones intensifica el uso de las viviendas, lo que provoca un desgaste considerable y un aumento de las deficiencias en los inmuebles.