EP. Madrid. 26/04/2013
El expresidente del Gobierno Felipe González ha criticado los escraches por considerar que suponen «una presión no justificable» y ha defendido el decreto de la Junta de Andalucía aprobado el pasado 9 de abril que permite en ciertos casos la expropiación temporal del uso de viviendas donde se vaya a ejecutar un desahucio.
Tras afirmar que «el derecho a manifestarse es clarísimo» y se debe respetar, González ha subrayado que, en los actos de protesta que realizan algunos ciudadanos junto a viviendas de políticos y cargos públicos, no se debe «violentar» a las personas ni atentar contra su intimidad.
En una entrevista en Antena 3 emitida esta semana y recogida por Europa Press, el expresidente ha declarado que siempre se pronunciará «en contra de que una persona soporte dentro de su vida personal (…) una presión no justificable y que se violente su intimidad».
«No digo que los escraches sean violentos, porque hasta ahora yo no he visto gestos de violencia, pero puedo imaginar lo que puede suponer para los padres, para las madres y para los hijos el grito en la puerta», ha añadido el exlíder socialista, que considera que, en este tipo de actos, los afectados sufren «una lesión desde el punto de vista psicológico».
González ha aclarado que está «en desacuerdo» con los desahucios y ha indicado que en mayo 2009, cuando el problema «todavía no era evidente», propuso algunos «mecanismos» al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para evitar que cada vez se echara a más familias de sus casas como consecuencia del agravamiento de la crisis económica, que no era algo «pasajero».
Decreto andaluz contra los desahucios
El expresidente ha descrito como «una buena iniciativa» el decreto por el que la Junta de Andalucía puede expropiar durante un periodo de tres años el uso de viviendas «en inminencia» de desahucio «en caso de riesgo de exclusión social o amenaza para la salud física o psíquica de las personas».
Esa medida no supone una «amenaza de expropiación permanente», sino que se trata de «suspender la titularidad» de un bien de manera temporal con el fin de «cumplir una utilidad pública», ha explicado. A su juicio, se puede usar «esa fórmula o cualquier otra», pero lo importante es que se proteja a las familias y que «se discrimine bien» para que este tipo de fórmulas se apliquen en los casos en los que los afectados van a perder su primera vivienda.
Elogia el «capital humano» que hay en España
Por otro lado, ha rechazado la imagen que, según un estudio reciente elaborado por el Real Instituto Elcano, tienen la mayoría de los alemanes de España, como un país corrupto, poco fiable, pobre, tradicional y de ciudadanos ociosos.
«Se equivocan radicalmente», ha asegurado el expresidente, que ha destacado el «capital humano» con el que cuenta España, donde la nueva generación está «mucho mejor» preparada que hace 20 o 30 años y donde hay personas «con mucha imaginación y con mucho talento» que, sin embargo, «no tienen la oportunidad de salir adelante».
Lo que se necesita, en su opinión, es «recuperar la capacidad de generar empresas y empleo» en un país donde los ciudadanos «tienen capacidad de trabajo, disciplina de trabajo y creatividad en mayor medida que las que pueden tener de media los alemanes».
Sobre la mala imagen que dan a España los casos de corrupción, ha admitido que es «razonable» porque «están ocurriendo y han ocurrido cosas que son gordas». «Hay que hacer políticas preventivas y tener mucho rigor para combatir permanentemente eso», ha afirmado.