A pesar de la tendencia alcista en la que se ven envueltos los precios de la vivienda en España, el Real Estate sigue siendo uno de los sectores más rentables de la economía nacional, tal y como señala Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario (PSI) de referencia en la región y director general de ACV Gestión Inmobiliaria.
El experto destaca principalmente dos grandes estrategias inversoras: el flipping house y la compra para alquilar. En el primero de los casos, subraya que no solo depende de la habilidad para identificar oportunidades de compra a buen precio, sino también de la capacidad para ejecutar reformas que realmente añadan valor a la propiedad. “Esto requiere un conocimiento profundo del mercado y de las tendencias de diseño y construcción que pueden aumentar el atractivo de una vivienda para los compradores potenciales”, señala.
El flipping house, según Unsain, es una estrategia que implica la compra de una vivienda, su reforma para añadir valor, y su posterior venta en el menor tiempo posible, obteniendo así un beneficio significativo. “Este enfoque puede generar una rentabilidad del 20 al 30% sobre la inversión inicial”, revela. Además, cuando se financia la compra con fondos ajenos, el retorno de la inversión (ROI) puede ser extremadamente alto, dado que el capital propio invertido es mínimo en comparación con el beneficio obtenido.
“Al poner solo una pequeña cantidad de capital propio y cubrir el resto con un préstamo, el inversor puede obtener un beneficio considerable sobre su inversión inicial; lo que permite a los inversores aumentar su capacidad de compra y diversificar su cartera, aunque también implica un mayor riesgo financiero si el mercado no se comporta como se esperaba”, detalla.
Comprar para alquilar, la otra gran alternativa
Por otro lado, la compra de viviendas para alquilar se centra en adquirir propiedades, realizar pequeñas reformas y obtener ingresos mensuales a través de las rentas. “En Barcelona, esta estrategia genera una rentabilidad de entre el 5 y el 7%”, sin embargo, Unsain señala que existe una «segunda derivada de rentabilidad» en este enfoque: si la propiedad se reforma adecuadamente, no solo se puede obtener un mayor precio de alquiler, sino que también se incrementa el valor de la vivienda para una futura venta, alcanzando una rentabilidad compuesta total de entre el 10 y el 12%.
“Reformar una vivienda no solo mejora su atractivo para los inquilinos, sino que también puede incrementar su valor de mercado, ofreciendo una doble ventaja al inversor. Esta estrategia puede ser especialmente atractiva en mercados como el de Barcelona, donde la demanda de alquiler es alta y los precios de las propiedades tienden a subir con el tiempo”, comenta el ex presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI).
De este modo, Unsain sugiere que los inversores deben considerar tanto sus objetivos financieros a corto como a largo plazo al elegir entre estas dos estrategias. “Mientras que el flipping house puede ofrecer ganancias rápidas y significativas, la compra para alquilar proporciona una fuente de ingresos constante y una apreciación potencial del capital; la elección entre una estrategia u otra dependerá de factores como la tolerancia al riesgo del inversor, su acceso a financiación y su conocimiento del mercado local”, sentencia.