El sector inmobiliario recupera la actividad y trata de volver a la “normalidad” mientras se enfrenta a una situación económica que ha cambiado de forma drástica en un corto periodo de tiempo. Altos niveles de desempleo, familias sin ingresos, empresas, pymes y autónomos acuciadas por las deudas.
Hablamos con Carlos Smerdou, Consejero Delegado de Foro Consultores para echar la vista atrás y evaluar la situación en el inmobiliario:
- En el caso de Foro Consultores, ¿cómo ha sido la readaptación de sus oficinas y empleados a esta denominada “nueva normalidad”?
Desde que se permitieron abrir las oficinas, pusimos en marcha los puntos de venta, adaptándolos a las necesidades de seguridad e higiene. Eso nos ha supuesto cambios en todos ellos, pero el objetivo está claro: máxima seguridad para el cliente y para nuestros empleados.
Es una situación atípica a la que no estábamos acostumbrados, pero seguimos ofreciendo los mismos servicios de antes, con toda la seguridad y precauciones y con cita previa.
- Tras más de dos meses de parón la actividad se reactiva en el sector, ¿perciben que haya regresado también el interés de compradores e inversores?
Durante este periodo ha habido interés por parte de los demandantes, especialmente en la petición de información. Cierto es que en las primeras semanas fue menor. Sin embargo, a finales del mes de abril ya detectamos que se había reactivado la demanda de información y el cierre de operaciones. Y desde que hemos abierto las oficinas de venta, lentamente la gente está acudiendo de forma presencial con cita previa. Y semana a semana se va incrementado.
El mayor interés se centra en compradores que demandan vivienda de sustitución o primera vivienda, demanda embalsada en este periodo.
Respecto a los pequeños inversores están expectantes, informándose. A la vez consideran que la vivienda es un valor refugio en estos momentos, frente a otros activos que generan poca rentabilidad.
- En el caso de los inversores extranjeros, el hecho de que no tengan acceso aéreo a nuestro país hasta al menos el mes de julio, ¿de qué forma puede afectar al sector?
Habrá que esperar hasta que la situación mejore y la apertura de fronteras se normalice, mientras tanto el comprador extranjero está expectante.
- ¿Cómo creen que van a actuar los precios del inmobiliario y del suelo? ¿Y por qué esa diferencia en el ajuste entre obra nueva y la segunda mano?
Respecto a los precios, la vivienda usada puede ser el segmento más afectado, pero dependiendo de las zonas. Habrá más oferta por necesidades de venta, y algunos propietarios pueden tener necesidad de liquidez y también habrá menos demanda por la situación de crisis y paro generado. Pero dependerá de las zonas, aquellas áreas con precios más baratos y donde la crisis les golpee más, sí que tendrán que reducir precios.
No ocurre lo mismo con la vivienda nueva que aguantará mejor la situación. En estos momentos no hay stock de vivienda terminada. A esto se une que buena parte de las promociones en zonas urbanas cuentan con demanda sólida. Además, las promotoras tienen un endeudamiento bajísimo que se une a los bajos tipos de interés.
Respecto al suelo, hay escasez de suelo finalista en buenas zonas, aunque pueden producirse reajustes de precios en aquellas áreas o segundas coronas con menor demanda.
- Debido a la difícil situación económica aumentará la necesidad de construir vivienda social para alquiler, accesible para sectores de población más afectados ¿Creen que para ello es necesaria la colaboración público-privada que demandan algunos expertos? ¿Y de qué modo debería materializarse esa colaboración para dar respuesta y satisfacer estas necesidades?
Creemos que en estos momentos es fundamental la colaboración público-privada para aumentar la vivienda social en alquiler. Para hacerlo es necesario la puesta de suelo público a disposición de los promotores para que se construyan esas viviendas. Todo unido a mayor agilidad en los trámites urbanísticos que, muchas veces, paralizan estas acciones. El mercado no debe pararse porque es una parte importante de nuestro PIB y creemos que el sector inmobiliario será el motor de esta recuperación económica.
- ¿Están teniendo en cuenta los promotores esas nuevas demandas de las que nos advierten los buscadores de vivienda y que incluyen espacios más polivalentes o acceso a zonas de exterior como jardines, balcones o terrazas?
Desde 2015 ya se han producido estos cambios. Las nuevas promociones ubicadas en zonas amplias, en nuevos ámbitos, ya tienen en cuenta esas necesidades de terrazas, no solo en áticos, en casi todos los pisos, al igual que zonas comunes. Obviamente, no ocurre lo mismo en promociones hechas en el centro de ciudades, entre medianeras, donde es complicado incluir todo esto por la disposición del terreno.
- ¿Han percibido un mayor interés por zonas del extrarradio de las ciudades a raíz del fomento del teletrabajo o realmente la situación y el interés del comprador no ha cambiado tanto?
Sí, lo estamos percibiendo. Promociones nuestras ubicadas en localidades alejadas de la ciudad, tienen ahora mayor demanda, incluso se ha reactivado el interés por algunas que hasta ahora era menor.
El teletrabajo está demostrando que en muchas empresas los empleados ya no tendrán que ir todos los días, incluso cuando esto pase, y se evitarán atascos. Eso hace que se busquen viviendas más grandes en las afueras, adaptadas a las nuevas circunstancias.
- En el caso de Madrid y Barcelona, ¿qué zonas siguen siendo las más atractivas y cuáles dirían que están más afectadas?
Las zonas más afectadas serán aquellas que tienen un nivel adquisitivo más bajo y donde el desempleo sea mayor a raíz de esta pandemia y les deje más tocados. El resto mantiene su atractivo.
- 2020 apunta a que va a ser un año difícil, ¿qué previsiones tienen de recuperación?
La evolución será paulatina, pero en junio la maquinaría ya está en marcha, dado que hay muchas entregas de viviendas pendientes y también de reservas en el caso de vivienda nueva y, probablemente, en octubre-noviembre ya tendremos un mercado normalizado.