La Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) ha destacado este lunes, tras la caída de más de 30% de la compraventa de viviendas en julio en tasa interanual, que ya 2020 arrancó con una previsión de ligera bajada en el número de transacciones respecto a 2019 y ahora esta tendencia se mantendrá en los próximos meses.
En un comunicado, las inmobiliarias apuntaron que la caída observada en julio también viene motivada por el descenso de la inversión extranjera ante las restricciones de movilidad impuestas por diferentes países hacia España por la pandemia.
En cuanto a la evolución de los precios, FAI indicó que la falta de inventario en venta en buena parte de las principales ciudades provoca que los precios se sostengan de forma natural, empujados por la presión de la demanda, ayudada a su vez por la política financiera actual, que sigue incentivando la compra de vivienda.
La caída del PIB, no obstante, se dejará notar en la solvencia de la demanda y provocará que las entidades financieras endurezcan las condiciones de acceso a la financiación hipotecaria, según FAI, que apunta que ello provocará una «ligera ralentización» del mercado y ajustes suaves en los precios de oferta en determinadas zonas, que de promedio no sobrepasarán el 10%.
Asimismo, señaló que España es un mercado inmobiliario «con dos velocidades», las ciudades o centros productivos, donde se concentra la actividad laboral, crece la población y escasea la vivienda; y muchas otras ciudades que responden a realidades bien distintas, donde la oferta inmobiliaria es mayor, la población crece muy poco o decrece y tiende a envejecer.
«La primera velocidad es muy dinámica y responde rápido a los períodos expansivos o de crisis con movimientos sistémicos y la segunda, en cambio, tiende a mantenerse más estable», subrayan las inmobiliarias.