La compraventa vuelve a mostrar una clara tendencia por la vivienda urbana

Con la irrupción de la pandemia del coronavirus y la normalización del teletrabajo, muchas fueron las familias que decidieron abandonar la ciudad y apostar por una vivienda rural. Sin embargo, tal y como reflejan los últimos datos del Colegio de Registradores de Propiedad, esta tendencia fue algo efímera y, en 2021, la mayor parte de operaciones de compraventa en España fueron viviendas urbanas, y no rurales.  

Durante el primer año de pandemia pudimos ver como en el mercado empezaba a calar una tendencia de desplazamientos hacia municipios más pequeños y rurales, pero el tiempo ha demostrado que fue algo momentáneo y transitorio fruto de la situación”, revela Ferran Font, director de Estudios y portavoz de pisos.com

El experto considera que los motivos principales por los que estos movimientos no se asentaron en el tiempo fueron la falta de oferta interesante para las familias, los problemas de conexión y que la generalización del teletrabajo fue mucho menor a lo inicialmente esperado.  

Además, en lo que respecta a la oferta, las defunciones a causa del coronavirus se tradujeron en más viviendas disponibles en las principales capitales de provincia, ya que una parte de ellas fueron puestas en el mercado por sus herederos”, señala Font, quien también destaca el potencial como centro económico de muchas de estas ciudades de cara a los inversores.  

Una tendencia extendida por todo el territorio español  

El mayor peso de la compraventa en capitales respecto al total de sus respectivas provincias es una tendencia que se ha extendido este año por toda España. Destacan, más allá de Madrid y Barcelona, ciudades como Vitoria (72,03%), Zaragoza (71,64%) o Valladolid (60,33%), entre otras.  

Si miramos las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), se constata que esta tendencia viene de atrás. En agosto, sin ir más lejos, las compraventas de fincas urbanas aumentaron un 46,3% interanual, acumulando casi la totalidad (87,7%) de las operaciones registradas ese mismo mes”, apunta el experto. Estos datos son reveladores, no solo por la enorme diferencia porcentual entre vivienda rural y urbana, sino porque en agosto la compraventa registró sus mejores cifras desde el ejercicio del año 2007, con un total de 49.884 operaciones.   

Un atípico 2020 

La tendencia actual de apuesta por lo urbano no podía visualizarse al inicio de la pandemia, ya que las cifras apuntaban a un escenario muy diferente, con una inercia clara hacia la compraventa de viviendas en núcleos de población con una densidad menor. “En este contexto se llegó al último trimestre de 2020, cuando 38 de las 50 capitales de provincia españolas perdieron peso respecto al total de compraventas de su respectiva provincia”, comenta el experto.  

Con el teletrabajo, la localización del inmueble dejó de ser prioritaria en la toma de decisiones de los compradores e inversores, que cada vez miraban más la superficie o tipología de la vivienda. Sin embargo, esta situación se revirtió en 2021, y la ubicación ha vuelto a ser uno de los factores más determinantes en el proceso de compraventa en España.  

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