El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (PERTE) de la Industrialización de la Vivienda, en torno al que la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha anunciado que la Empresa Pública de Vivienda puntuará hasta un 10% los elementos de industrialización en sus licitaciones.
“Este será el modelo. Incorporar, valorar la industrialización en las licitaciones públicas para acompañar al sector y garantizarles la demanda de este tipo de industria para acompañar su dimensión y lograr el objetivo de que se produzca en términos similares a la producción de vivienda industrializada del entorno europeo”, ha explicado Rodríguez.
Además del apoyo para la transformación del sector con los 1.300 millones de inversión del PERTE, la ministra ha anunciado también que las 1.600 viviendas que serán licitadas en las próximas semanas, aún bajo el paraguas de SEPES, ya incorporarán el criterio de industrialización. De esta forma, ha explicado la ministra, se favorece la creación de demanda de vivienda industrializada.
Más vivienda, mejor regulación y mayores ayudas
Rodríguez ha explicado que “nadie discute” que para solucionar el problema de la vivienda “se precisa de un incremento de la oferta que ocurra en términos de asequibilidad”. El objetivo de este PERTE, ha precisado, es el crecimiento de la productividad y la modernización del sector para “reducir costes y tiempos de edificación y dar respuesta cuanto antes a ese reto y lo hagamos en forma de asequibilidad”.
El PERTE de la Industrialización de la Vivienda es un proyecto estratégico que pondrá la política industrial al servicio del derecho a la vivienda y modernizará el sector de la construcción para asegurar su competitividad futura, para mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y, sobre todo, que contribuirá decisivamente a la construcción de un gran parque pública de vivienda asequible.
La transformación del sector se traduce en viviendas de mayor calidad. “La industrialización en la vivienda afecta a la calidad de las propias viviendas, a la calidad de la edificación, a la calidad de su arquitectura”, ha apuntado la ministra. Porque implica un trabajo en serie y porque además son más eficientes y más sostenibles.
Más derechos laborales y mejores condiciones de trabajo
Isabel Rodríguez también ha hecho hincapié en que, además de transformar el sector en la forma de producción de viviendas, el PERTE también supondrá una mejora de las condiciones laborales y derechos de los trabajadores y trabajadoras del sector. “Este es un sector donde todavía existe mucha penosidad en el trabajo y donde también existe una alta siniestralidad. Por tanto, aportamos seguridad laboral a los 1,4 millones de trabajadores y pretendemos incorporar a más mujeres al sector”, ha explicado.
Asimismo, la ministra se ha referido a las capacidades que ofrece a la “formación, capacitación e incluso incorporando elementos que tienen que ver con la innovación y la digitalización. Para ello vamos a contar con la formación profesional, con la formación para el empleo o con los centros de investigación”.
Además, el PERTE fomentará la colaboración entre los diferentes actores que intervienen en el sector para que las empresas, muchas de ellas pymes, ganen músculo. “Vamos a acompañar a todas ellas”, ha asegurado Rodríguez.
Impacto económico del PERTE
- Una inversión de 1.300 millones de euros para consolidar un ritmo productivo de 15.000 viviendas industrializadas al año y 20.000 viviendas anuales en diez años. 1.000 millones de financiación para el impulso de la transformación de la industria y 300 millones de capitalización de las empresas que generen oferta, y también las que generen demanda.
- Previsión de Impulso para el conjunto de la economía, a través del “efecto arrastre” del sector de la construcción.
- Se estima que el PERTE podría tener un efecto multiplicador de 2,4; es decir, que por cada euro de inversión pública habrá 1,4 euros privados.
- La mejora de las condiciones laborales y de seguridad permitirá la atracción de mujeres a un sector ampliamente masculinizado.
Este PERTE contempla una cogobernanza en la que se impliquen todos los actores sociales -empresarios y sindicatos-, y también el conjunto de las administraciones públicas. Un Comité Interministerial y la apuesta por una alianza pública-privada velarán por un modelo de gobernanza eficaz y adaptado a los requerimientos de la construcción industrializada.
Ciudad de la Industrialización de la construcción
En la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de València, en suelos de titularidad de SEPES, se ubicará la futura Ciudad de la Industrialización de la Construcción: un espacio que combinará promoción industrial, formación especializada, visibilidad de proyectos y nuevas soluciones constructivas.
La elección de Valencia no es casual. La construcción de la Ciudad de la Industrialización en la ZAL representa un compromiso con la recuperación y la resiliencia de la región.