Madrid. 26/11/2015
Nacido en Buenos Aires, Guille Mealla es un excelente fotógrafo con una dilata experiencia en medios audiovisuales. Docente de la Escuela RE/MAX, su contacto con el sector inmobiliario se remonta a varios años, contando con una gran experiencia, aspecto que le ha servido para recopilar algunos de los mejores consejos sobre fotografía inmobiliaria y plasmarlos en este libro: “Curso básico de fotografía y video para agentes inmobiliarios”, una lectura obligada para todo agente inmobiliario, tal y como nos comenta en esta entrevista.
En la era de la imagen en la que todo el mundo tiene móvil con cámara o cámaras digitales, ¿Por qué consideras necesario aprender fotografía y vídeo a través de este libro?
¿Si quiero construir un mueble, por qué debo aprender carpintería si ya tengo un martillo y un serrucho? Que una persona tenga un lápiz no lo capacita para escribir un libro. Cualquier dispositivo que pueda generar imágenes y sonidos solo es una herramienta. Las hay más y menos sofisticadas, pero de nada sirven si no hay un criterio, una idea, una técnica y un objetivo que las guíe. Cuando las cámaras eran de carrete y las fotografías había que mandarlas a revelar, cuidábamos muy bien cada disparo porque todo el proceso era costoso. Podía fallar, pero uno tenía una idea de la fotografía que vendría del laboratorio. Ahora tenemos la facilidad de la captura digital que no cuesta dinero y se pueden hacer infinitos disparos a coste cero. Esto hace que no se le preste tanta (a veces ninguna) atención al momento de tomar una fotografía. Lo que pretendo con este libro es que la gente, antes de disparar, se pregunte sobre el hecho de observar. Mirar es una acción física, ver es un acto consiente y observar es un escalón más. La fotografía inmobiliaria es un arma de trabajo, es una herramienta que utilizamos para llamar la atención de futuros clientes. Para invitarlos a conocer esa casa y a nosotros. Por eso cada imagen de una casa o nuestra que colgamos en las redes sociales hablan de nosotros y debemos ser conscientes de lo que estamos transmitiendo con ella.
¿Cuáles son los principales fallos que cometen los agentes inmobiliarios a la hora de hacer reportajes tanto de fotos o videos de los inmuebles? Y los particulares, ¿cometen los mismos fallos?
El principal fallo es no preparar la casa (ni al cliente) para la sesión fotográfica y hacer las tomas tal cual está todo: la cocina atiborrada de electrodomésticos, el salón lleno de fotos y recuerdos familiares; es decir, cosas que “personalizan” demasiado la propiedad impidiendo que el potencial comprador se pueda identificar con la misma. A los particulares les ocurre en mayor medida pues son ellos mismos los que han colocado todos esos adornos.
¿Qué es lo más importante a la hora de fotografiar o hacer un reportaje de un inmueble?
Como decía, lo más importante es educar el cliente para tener su colaboración y saber observar qué cosas deben desaparecer y cuáles no. Además, es importante que las fotos sean sacadas con luz natural y no con flash, para lo que debemos tener en cuenta la orientación del inmueble y la hora del día en que debemos hacer nuestra sesión de fotos.
¿Qué es lo más difícil de plasmar en una imagen o en un video de una vivienda?
Lo más difícil de plasmar en una imagen y también en un vídeo es la “historia” que queremos contar. A todos nos gusta que nos cuenten historias. Cada persona al comprar un coche, una casa o una franquicia piensa en la historia de su felicidad futura. Un buen vendedor vende exactamente eso: ese horizonte de felicidad al que se llegará adquiriendo esa casa o ese automóvil. Lo más difícil es interpretar esa historia y poder plasmarla en forma de imagen.
¿Qué es en lo primero que se fija un potencial cliente cuando mira el reportaje de un inmueble, y qué es lo más valorado por los potenciales clientes?
Cada cliente es un mundo y está movido por intereses particulares. Pero puedo decir sin temor a equivocarme que lo primero que se evalúa es un mínimo de calidad técnica. En un momento como el que vivimos hoy en día en que todas las búsquedas de inmuebles comienzan por internet, la mayoría de las personas ni siquiera se detienen en los inmuebles que no tienen fotos. Y de esos, eligen los que tienen las mejores y más llamativas: las mejor iluminadas, las que tengan el contraste adecuado y las más alegres.
Algunos consejos para sacer el máximo partido a los reportajes de casas…
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Usa la luz natural.
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Para los exteriores, que el sol esté a tu espalda.
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Cuida, ordena y limpia los espacios: Los baños sin el papel colgando, la tapa del váter bajada, la toalla limpia y estirada, etc.
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Saca las fotos a la altura de los ojos del observador: Ni desde el suelo ni desde el techo.
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Conoce tu equipo. Ya sea que estés sacando con una cámara réflex o con un móvil, cada equipo tiene varias funciones que ayudarán. Busca tutoriales y experimenta antes de ir a la casa del cliente.
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Di la verdad. Cada inmueble es lo que es y hay que mostrarlo lo mejor y más atractivo posible, pero sin agregar cosas que no existan.
¿Cuál es la mejor manera de difundir y promocionar estos reportajes?
La mejor forma de difusión son las redes sociales pero cada una de ellas tiene sus códigos propios, su lenguaje y su protocolo. No es lo mismo un perfil de Facebook que una página de Facebook ni un perfil en LikedIn o tweeter. Y por supuesto el e-mail personalizado y el wathsap. Hoy día el teléfono móvil es una herramienta invalorable.
¿Concibes un anuncio de un inmueble sin imágenes?
Vivimos en la era de la imagen. Nos hemos vuelto perezosos y nos de pereza leer, preferimos mirar y que nos lo cuenten. Por eso ya nada se concibe si no viene acompañado de una imagen y si esa imagen está en movimiento, acompañada de música y una presentación personal, pues mucho mejor. Siempre decimos que el nuestro no es un negocio de casas sino de personas y el cliente quiere ver una persona que le cuente la historia. Las casas no las venden ni las fotos ni los vídeos, las venden los agentes, pero las fotos y los vídeos hacen que esa reunión agente-cliente tenga más posibilidades de concretarse.
