Con el primer mes del año ya cumplido, el sector inmobiliario empieza a tener mucha información de cómo va a evolucionar el sector durante el presente ejercicio. Tras conocerse los pronósticos favorables del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha elevado hasta el 2,9% su previsión de crecimiento de la economía mundial este año, un 1,1 % en el caso de España, “el 2023 empieza a tener una tonalidad distinta a la del final del 2022, dentro de un escenario macroeconómico todavía inestable que presenta grandes incógnitas y en el que tendremos que ser muy cautos”.
Así lo resume Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit, quien da a conocer sus previsiones sobre la evolución del mercado inmobiliario e hipotecario español. La empresa que dirige es una de las principales compañías de servicios para entidades financieras y compañías inmobiliarias en España y Portugal. Dispone de una red de 34 oficinas en toda la Península, sedes centrales en Barcelona, Madrid y Lisboa y un equipo de 1.200 personas.
Un 2023 que irá “de menos a más” de la mano de la innovación empresarial
Hernández Reche, quien también es economista, doctor en Psicología Económica y presidente de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (ANAI) y de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC), asegura que nos espera “un 2023 que irá de menos a más en el número de compraventas de activos residenciales y que consolidará tendencias que todavía están en proceso de maduración y que serán la base del nuevo ciclo inmobiliario en el que nos estamos adentrando”.
El experto indica que “el devenir de la inflación será un factor macroeconómico de cuyo desenlace dependerá el avance de la economía hacia un escenario de estabilidad y regeneración del sector o hacia otros menos optimistas”. “La guerra comercial del sector bancario está viviendo ahora su momento álgido, pero a mediados de año se relajará debido a la bajada de la inflación y la caída de la demanda y de las operaciones inmobiliarias”.
No obstante, tal y como avisa el CEO de Tecnotramit, “cuanto más difícil sea el entorno, más oportunidades vamos a tener las empresas para sacar partido del contexto que vivimos, mejorar nuestro modelo de negocio y adaptar nuestra forma de trabajar”. “Para ello, debemos focalizarnos en un concepto clave para nuestra subsistencia como profesionales, directivos o empresarios. Y esa clave se llama innovación”, asegura.
Hernández Reche también subraya que debe hacerse una reflexión positiva del 2022, el cual ha sido “un año con dos caras”: una primera parte “con viento de cola que superó las expectativas” y una segunda en la que factores externos convergieron y evitaron el recalentamiento de la economía. “Es bueno que se oxigene el mercado, si hubiéramos seguido con esa tendencia podríamos hablar de burbuja”. El economista reitera el cambio de ciclo que vive el sector. “Lo demuestran varios factores: incertidumbre económica, inseguridad jurídica, tipos más altos que dificultan el acceso a la financiación… No obstante, si se mantienen las circunstancias actuales en cuanto a precios y tipos de interés, el volumen de operaciones no va a bajar significativamente”.
Los bancos adaptan su oferta hipotecaria a la inflación y suben precios
Por su parte, Carles Solé, coordinador de Formalización Hipotecaria de Tecnotramit, da las claves sobre el acceso al mercado hipotecario y el encarecimiento de la financiación debido al aumento de los tipos de interés y las opciones a la hora de elegir una hipoteca y sus características. “Tanto las entidades como los consumidores barajan distintas posibilidades sin que haya un elemento que haga más favorable una u otra decisión, más allá de buscar y comparar en el mercado las distintas ofertas».
El experto recuerda que, en el último trienio, la banca ha reforzado el interés fijo porque los tipos eran tan bajos que necesitaban garantizarse una mínima rentabilidad. “Ahora que los intereses suben, las entidades financieras apuestan por reforzar las hipotecas variables y a las fijas les aplican un interés superior. Por eso el cliente deberá busca ofertas y ver qué elementos pueden reducir el tipo de interés en función de la vinculación que contraigan con la entidad”, apunta Solé.
En este sentido, la subida de los tipos de interés puede convertirse en un arma de doble filo para la banca. Por una parte, no se puede negar el efecto positivo que este nuevo escenario ofrece a los bancos en su margen de beneficio por los intereses gracias al encarecimiento del crédito ligado al alza del Euríbor. Por otra, a medio plazo forzará al sector a repensar sus planes empresariales porque, a pesar del dinamismo en la concesión de nuevas hipotecas, el saldo total de crédito está cayendo.
Cabe recordar que las hipotecas son un servicio muy importante para el sector bancario porque se trata de préstamos a largo plazo, considerados de riesgo bajo-medio, razón por la que la ratio de morosidad del crédito hipotecario suele ser inferior que la de otras modalidades. Además, las hipotecas normalmente exigen una elevada vinculación al consumidor y siguen siendo el producto estrella de los bancos para captar nuevos clientes, pues estos están dispuestos a aceptar muchas de sus condiciones para acceder a la financiación hipotecaria y poder adquirir una vivienda.